lunes, 26 de diciembre de 2011

Balance del año Parte 4: Europa. Lejos lo mejor.


Buenas, brinde con algo. 
De dioses y hombres, obra maestra de Europa
Llegamos al final de esta tetralogía de palabras que intentan poner luz o mejor dicho una mirada global sobre 2011 respecto de los 316 estrenos cinematográficos del año (ahora sí con cifras definitivas). 

Desde todo punto de vista, Europa contribuyó con verdaderas obras maestras, y otras tantas muy buenas películas como para que cualquiera con la mente abierta ponga una señal de alerta al bolsillo a la hora de elegir una película en términos de inversión de dinero traducido en inversión de tiempo.
Si bien hay un repunte del cine argentino desde lo cuantitativo y de afrontar una nueva etapa de puertas y canales abiertos a nuevos talentos, evidentemente la buena combinación entre arte y finaciamiento industrial sigue estando en el viejo continente.
Acá hay que hacer un alto importante y significativo a la hora de este análisis. Estamos hablando de lo que se estrenó de países de Europa en Argentina en 2011, nada más. Por ejemplo, según el sitio cinemaitaliano.info, en Italia se estrenaron 85 películas de ese país producidas este año. A esto habría que sumar las de 2010 lo cual no es un número menor en este caso, porque el mismo sitio informa de mas de 70 películas producidas y terminadas este año que todavía no tienen distribución local.
En nuestro país conocimos apenas 10 y por supuesto no todas de 2011 pero en definitiva, son los distribuidores locales los que viajan a los festivales a ver qué hay para traer que valga la pena. Hago esta salvedad porque existen las oficinas argentinas de Fox, Disney, Warner, Universal, Columbia, etc las cuales no están en posición de decir: "No gracias, El turista quédensela ustedes". Las filiales de los grandes estudios están para recibir lo que les dan (en muchos casos, lo que les encajan). Es así.

Entonces... más a mi favor...
Tarde o temprano, algún aventurero dice "ok, vamos con Mis tardes con Marghueritte" y trae a Argentina una hermosa historia hecha con dos pesos.

Párrafo aparte para la calidad de proyección. Este cine europeo (y de otros continentes también) está supeditado a una limitadísma cantidad de copias que no siempre se ofrecen (por una cuestión lógica de costos) en fílmico o en digital. Nos encontramos entonces, ante la triste realidad de estrenos en DVD lo cual deriva muchas veces en una calidad de imágen paupérrima para esta época.
¿No debería costar menos la entrada?
O sea, si un cine X estrena una peliculón como Tres Monos proyectada en DVD sobre una pantalla que demanda, por tamaño de la misma, un pixelado infinita y necesariamente de mayor complejidad que el disco que uno puede comprar en Musimundo, tiene que haber una diferencia en el precio de la entrada.

Yo no soy experto en la materia, ni intento serlo. Voy al sentido común que marcan las matemáticas. Ante mayor tamaño de pantalla, mayor cantidad de pixelado. Es como cuando uno agranda la pantalla de la computadora para ver un video de You Tube. Si la calidad del video en cuestion es baja, el granulado irá en desmedro de la definición de la imagen haciendo que la cara de Gerard Depardieu se transforme en un fémur.
Ok.
Lo acepto.
Lo que se está ofreciendo es un cine que de otra manera no llegaría a los espectadores, pero en el mismo complejo, no sólo se debe advertir al espectador de esta circunstancia; además se debe tener el decoro de reducir el precio en función de la calidad con la que se la exhibe, mas allá de la obra.
Incendies, alto momento del cine 2011

En contrapartida, las 55 películas europeas estrenadas en el año tajeron en proporción el mejor contenido cinematográfico que vimos por estas tierras. Incendies, Tres monos, De dioses y hombres, Copia certificada, Aquel martes despues de navidad. El Concierto y Habemus Papa, son sólo una pequeña muestra de genialidad. Pequeñas joyas de distinto origen que no solo generaron regocijo en la sala cinematográfica sino tambien un sinfin de imágenes grabadas en la retina y en la memoria. Músicos judíos haciendo negocio en Francia aprovechando una gira utópica con la orquesta del Bolshoi; una última cena entre monjes trapistas (homenaje a la pintura realista); un tatuaje que conecta el horror de la guerra con la búsqueda de la identidad; una escena de amanecer de un matrimonio en donde la rutina y el amor están a flor de piel desatando el conflicto; el fuera de campo relatando tanto o mas que la imágen con una Juliette Binoche dando cátedra de actuación y la maravillosa comedia desde una mirada agnósitca sobre la humanización de la inmensa figura del Papa.

Al menos una vez por mes el circuito local se las arregló para hacer frente a los tanques de Hollywood con un cine comprometido con la sociedad y con el arte. Todavía recuerdo esa muestra de sencillez para contar dos historias entrañables: la mencionada Mis tardes con Marghueritte y Un feriado particular tenían en su impronta una hermosa manera de bajar el cine a la observación de lo cotidiano para detenerse en escenas comunes para cualquier transeúnte, representando las ganas del director de prestar mas atención a los eventos de todos los días como ver a un adulto y una anciana enseñándole a leer en el banco de una plaza o un tipo que pide fiado en un almacén para llevar un vinito a la mesa de su casa. Dos formas simples y contundentes de hablar de la crisis sin entrar en juegos políticos de doble sentido. Más jugada en su discurso fue Biutiful de González Iñárritu con esa Barcelona sombría y decadente para retratar los avatares de la miseria humana, aún en esa suerte de contradictoria redención que se intenta con el personaje delesnable de Javier Bardem (otra actuación memorable)
De ahí, al mundo bizarro y humanamente intrincado de Pedro Almodóvar en La piel que habito o al costado apocalípitico y oscuro de la risa con Balada triste de trompeta. Dos personajes que el cine de historietas de USA terminaría seguramente justificando en la mera locura en desmedro del real análisis del origen de la violencia bestialemente humana.
Pina 3D fue la única película del año en donde el formato de los anteojitos justificó la elección visual de dos artistas inigualables como Pina y Wim Wenders. Arte en estado puro.
La comedia ácida sobre los lazos familiares tampoco faltó este año en el que un abonado a estos cuadros como Emir Kusturica no participó con El mundo es grande y la salvación está a la vuelta de la esquina o La vitalidad de los afectos.
También hubo lugar para un cine mas elaborado con Le quatro volte y su manera especial de conectar los ciclos de la vida.
En todo caso puede ser más fácil mencionar lo olvidable que vino del viejo continente de países con mayor cantidad de producción. Torrente podrá ser tan de culto como innecesario en su secuela 3D y definitivamente Los ojos de Julia y El mal ajeno (ambas de España) fue de lo peor del año junto a producciones menores y a la vez pretenciosas de Francia como Mujeres al poder; Rompecorazones o ¿Diferente de quién? (de Italia)
Papá noel llega tarde pero seguro al cine, porque antes de terminar 2011 podremos ver una pequeña obra maestra de Werner Herzog con La cueva de los sueños olvidados. Una cámara que se mete dentro del arte pictórico mas antiguo de la historia del hombre ofreciendo per sé una elipsis temporal como quién estuviera indagando en los orígines de la expresión humana.

Definitivamente todos los grandes títulos mencionados anteriormente y que proporcionalmente ofrecieron, por lejos, el mejor cine del año merecen un análisis mas profundo; pero en definitiva sirve para tener un panorama a nivel macro de dónde estamos parados respecto de la distribución y difusión del séprimo arte.
Es de esperar que las obras cinematográficas del mundo no posen sus esperanzas solamente en festivales temáticos que hoy por hoy corren el riesgo de sectorizar cada vez mas al público en lugar de acercarlo.
En cuanto a los grandes complejos cinematográficos, esperar a que cedan ante las presiones del negocio y los grandes estudios es utópico, pero al menos sería bueno que a la hora de sentarse en la mesa chica con asesores incluidos, eviten la subestimación del gusto del público argentino. Hay muchas películas norteamericanas que fueron un fracaso rotundo de taquilla y han ocupado el lugar de películas de otros países que habrían sido mucho mas exitosas para la boletería y para el arte. Al término de 2012 espero poder escribir sobre esto. Ojalá.

Cifras finales de estrenos cimenatográficos en Argentina
Estrenos totales: 316 
(Incluye circuito de complejos, Espacios INCAA y el circuito alternativo integrado por MALBA, BAMA, Cosmos-UBA, Centro Cultural de la Cooperación, El Camarín de las Musas, Colegio de Abogados y Casa del Bicentenario)
Argentina: 102 (36 documentales)
USA: 141
Europa: 53
Alemania: 3
Austria: 1
Bélgica: 2
Dinamarca: 1
España: 10
Finlandia: 1
Francia: 11
Hungría: 1
Inglaterra: 2
Irlanda: 2
Italia: 10
Portugal: 2
Reino Unido: 3
Rumania: 1
Rusia: 1
Suecia: 1
Turquía: 1
América Latina y Canadá: 13
Uruguay: 2
Chile: 1
México: 3
Panamá: 1
Guatemala: 1
Brasil:1
Colombia: 1
Venezuela: 1
Canadá: 2 
Asia:6
Corea del Sur: 1
Japon: 1
Tahilandia: 1
Israel: 3
Africa: 1 (de Argelia)




domingo, 11 de diciembre de 2011

Balance del año parte 3: Latinoamérica, Asia y Africa. Nada de nada

En realidad debería haber empezado por acá. Poniendo una gran señal de alerta sobre qué cine estamos viendo y cuán lejos estamos de poder tener una mirada distinta de latinoamérica y del resto del mundo a través del del séptimo arte.
Si el número de títulos provenientes de Estados Unidos es cuantioso (138 -mas del 45%- y faltan 3 jueves mas) los de Latinoamérica, África, Asia y Oceanía son exactamente lo contrario.
Para que se de una idea, al Jueves 8 de diciembre de 2011 hubo 305 estrenos cinematográficos. Entre las 3 regiones del planeta mencionadas suman sólo 17. DIE-CI-SIE-TE. Menos del 6%. Supongo que no creerá que esta es la cantidad de películas producidas allí verdad?
Esto es lo que digo cuando hablo de la misma oportunidad para el cine de todo el mundo. Y no tiene que ver con si las grandes cadenas no les dan lugar por cuestiones comerciales ¿Sabe por qué?, porque puedo mencionarle no menos de 30 películas norteamericanas exhibidas en el año que fueron un total y rotundo fracaso en la boletería. No pagaron ni los afiches. Imagine entonces si no valía la pena probar con otra cosa porque definitivamente si hablamos de calidad, Hollywood no es ninguna garantía. Puede que el público se deje llevar, pero vidrio no come.
Para colmo de males, no todas las 17 fueron obras maestras así que imagínese. Si en la escasez elegimos mal, estamos listos.
De África una solita. La argelina (coproducida con Francia) Tres hermanos tres destinos, que abarcaba muy bien la historia de tres hombres involucrados en la lucha por independizar Argelia del colonialismo francés. Listo. Es eso. Ahí está el cine africano presente en nuestro circuito. Mah si...!

Asia tuvo mejor suerte en cantidad. De Israel vinieron dos joyitas: Líbano (coproducida con Líbano y Alemania) que se las arregló brillantemente para meterse en la cuatro paredes de un tanque a observar la guerra y Una Misión en la vida sobre un gerente de recursos humanos que está entre lo corporativo y lo humano. La película tahilandesa El hombre que podía recordar sus vidas pasadas, ofrecía una fabula-balada con ribetes budistas. Una película tan lejos de la cultura occidental que sólo podía contemplarse, asimilar algunas tomas de colección y no mucho mas. Al menos así estaba bueno admitirlo cuando se desconoce de qué se trata. Poesía para el alma ofreció lo mas valioso con una historia simple de una mujer que siempre vivió sin enterarse y que trata de escribir poesías mientras transita los primeros síntomas de Alzheimer. De Japón padecimos una horrible película de terror de la saga de Actividad paranormal. Nada mas.

America Latina tuvo mayor cantidad pero no se vaya a creer que fue la panacea eh? Un par de documentales menores y uno brillante (Mundialito). 
Las marimbas del infierno y Alamar ofrecieron una forma desganada de hacer cine disfrazando de documental el deseo de hacer ficción con cámaras que siguen a personajes que en realidad son personas que hacen de sí mismos (independientemente de ser actores o no) en el caso de Alamar, se llevó el premio de BAFICI, lo cual es casi una declaración de principios en cuanto al tipo de cine que se quiere premiar. 
Latinoamérica, Asia y Africa. Sólo 17 films en 2011

Sin dudas la película Latinoamericana del año fue y es la que Chile mandó al Oscar. Violeta se fue a los cielos, basó su historia en la que escribió el hijo de la gran cantante que fue personificada brillantemente por Francisca Gavilán en una de las mejores actuaciones del año. Conmovedorea y bien contada.

Listo. Tres regiones grandes del mundo en unas pocas palabras. ¿Vio que era poco? Le dije, algo anda mal.   

Balance del año parte 2: Cine Argentino con puertas nuevas al futuro

2011 y un claro progreso creativo y esperanzador
Como actor y espectador siento un orgullo especial este año. Para cuando termine habrán sindo mas de 100 los estrenos de cine argentino y me queda una enorme sensación de progreso no tanto en la cantidad (porque a los números se los hace decir lo que se quiere); sino en la calidad. Hay un claro repunte en este aspecto, por no mencionar la enorme cantidad de espacios que se rescataron para su exhibición dando cuenta de la sana intención de no depender de la cadena de complejos que tiene el ojo puesto en la boletería. No quiero entrar en polémicas con esto. Sólo diferenciar que en otras épocas, todavía existían dueños de salas dispuestos a jugársela un poco más en desmedro de la posibilidad de facturar, acaso porque sabían que en el balance anual (justamente), salían ganando en tanto el cine era y sigue siendo un espectáculo. 
Al momento de escribir esta nota y a tres jueves de terminar el ciclo 2011 las películas argentinas suman 99 estrenos en la ciudad de Buenos Aires. ¿En Village, Hoyts y Cinemark? No, mi amigo. Si contamos sólo esos complejos no llegamos ni a la mitad. No. En esta puja por la difusión debemos sí o sí agregar todos los circuitos alternativos incluyendo los espacios INCAA, Malba, Sala Leopoldo Lugones del San Martín, Cosmos-UBA y hasta la mini sala de un hotel céntrico (BAMA, creo que se llama) pasando por alguna exhibición en DVD en el Colegio de Abogados, el Centro Cultural de la Cooperación y El Camarín de las Musas. Contando todo esto llegamos a ese número contra los 138 títulos de USA (al día de hoy) estrenados con pompa y boato en los complejos comerciales mencionados mas arriba.
Así y todo, hay que agregar un factor de influencia directa en la estadística: 33 de los estrenos son documentales. Vengan del país que venga, este género cinematográfico tiene histórica y naturalmente, menos atractivo que una ficción. Es harina de otro costal, pero cabe mencionarlo.
Separemos las aguas entonces.

Ficción:
Después del paso inadvertido de La vieja de atrás con el descollante trajo de Ana Aizemberg, en marzo se vislumbraba una tendencia como mínimo audaz con el estreno de Un cuento chino, de Sebastián Borensztein y El abismo: todavía estamos de Pablo Yotich. Una revisando el presente y otra el pasado, de nuestra sociedad pero ambas abriendo las puertas a un cine que se anima a decir mas, independientemente de las pretensiones de una y otra. El género del misterio volvía de la mano artesanal de Juan José Jusid con El gato desaparece, otra de las tantas películas argentinas que merecía una mejor suerte en la taquilla, tema que a partir de este renglón dejaré de lado porque sino parece ser la única vara con la que se puede medir el arte y no es mi intención. Si se la perdió por ir a ver Soy el número 4 es problema suyo. 
En el mismo cuatrimestre nos animamos al cine de género con Sudor Frío y Fase 7, esta última sin nada que envidarle al cine bizarro clase B y hecha literalmente con 2 pesos y un escenario en donde el fuera de campo también está bien manejado. Y si hablamos de bizarro y humor negro, Querida voy a comprar cigarrillos y vuelvo también tuvo un timing interesante además del regreso de Emilio Disi a la pantalla grande con un gran personaje. Me va a disculpar si el tema plata surge de tanto en tanto pero es una forma de entender por qué las mentes argentinas son famosas por atar todo con alambre y salir airosos: El dedo es una gran muestra de eso mas allá de estar apuntalada por Gabriel Goity y Fabian Vena. Mas adelante en el año y con gira previa, el cine argentino se dio el “lujo” de superproducción con Revolución: el cruce de Los Andes que por primera vez en mucho tiempo se animaba a revisar el pasado en épocas de conquista. Lo mismo sucedió con el cuento Aballay que, en definitiva, fue la que mandamos al Oscar y aunque no tenga chances, para mí es una sana revitalización del cine gauchesco (sigo negándome a llamarla western).
Un mundo misterioso, Ausente y sobre todo El Estudiante marcan lo que para mí es una nueva camada de cineastas con cosas para decir si sus directores tienen ganas de tomar la posta y hacerse cargo de la época en la que les toca crear. Lo mismo me sucedió con Medianeras, El agua del fin del mundo y Cerro Bayo.
Para guardar en el corazón está la última película protagonizada por el gran Ulises Dumont, El fin de la espera contaba la historia de un personaje que era igual que él como actor: un idealista.
Un amor tiene momentos entrañables de conexión con la adolescencia, apuntalada con las actuaciones de Diego Peretti, Luis Ziembrowski y Elena Roger. El año termina de parabienes con el estreno de Las Acacias. Un ejemplo de como contar una historia con un guión bien hecho y con la cámara bien puesta, además del plus de contar con Germán de Silva en la mejor actuación masculina en cine del año. Sí! (como dice el corto de Primer Plano) si apoyamos más, tendremos mejor cine y hay mucha semilla sembrada como para dejarlo estar.

Documental:
Aquí se dieron pasos gigantes en forma y en contenido. Cabe mencionar la soberbia Tierra Adentro a la que se suman Mosconi; AU3; Buen día, día; El fin del Potemkin, Un tren a Pampa Blanca; Cine al fin; Un día en ConstituciónTata Cedrón. Hubo varias más, pero aquí me quiero detener en un detalle que para mí no es menor. Si la decisión del INCAA es seguir adelante con la propuesta de los documentales propongo desde este humilde espacio la creación de una editorial estatal que pueda con el poder de la comunicación en todos los medios oficiales, el lanzamiento masivo en DVD (en definitiva el formato en el que se estrenan) de todos y cada uno de los documentales que afortunadamente se intentan difundir. No solamente porque están bien hechos en su mayoría, sino porque el tiempo de exhibición en salas es escasísimo merced a la vorágine de los circuitos. Desde kioskos de diarios a librerías y a un precio accesible (en mi opinión no debería superar los 10 pesos) todos deberíamos poder acceder a lo que sería una verdadera colección de obras que ayudarán a entender mejor los temas tratan con tanta profundidad, además de volver todo un poco mas rentable.
La estamos peleando y creo que por y para el cine argentino, esta es una lucha que vale la pena. Algún día entenderemos que este es el único cine del mundo que se ocupa de hablar de nosotros. Es, como el resto de nuestro arte, un espejo de la sociedad en el que debemos y necesitamos vernos reflejados.
Si es por el cine, sabemos más de la historia norteamericana que de la propia, pero solamente viéndolo es como podemos abordar la cuestión con un ojo mas crítico. No me canso ni me cansaré de defender el cine argentino cuando la sentencia de un interlocutor es “Yo cine argentino no miro” sin mas fundamento que haber visto las de Los superagentes y El hijo de la novia. Sería mas interesante que me desafíen diciendo: “¿A ver...? tirame un par de títulos y te digo”

Balance del año parte 1: Cine de Hollywood y la escasez de ideas

2011. De Hollywood, poco y nada
Buenas, tome algo.

Ante la inminencia del fin de 2011 y luego de varios meses de ausencia por cuestiones profesionales (de mi profesión de actor quiero decir) he de decir que este año he batido mi propio récord en lo que se refiere a cantidad de películas vistas. Esto incluye los 303 de los 305 estrenos comerciales entre circuitos majors y alternativos mas una cantidad adicional cercana a las 100 películas proyectadas en distintos ciclos y festivales.
Caro lector, creo que ha llegado el momento de hacer memoria y balance.

Se me plantea una cuestión de forma para empezar a hablar de cine en este contexto. Los temas son variados  y hay mucha tela para cortar.
Tomé por decisión arrancar esta primera (de tres entregas) con Hollywood porque de todos los lugares en donde se hace cine es el más fácil ya que el país del norte ofreció muy poco para rescatar. Hoy por hoy es un cine ocupado casi exclusivamente en lo industrial lo cual no tendría nada de malo si no fuera por una alarmante falta de buenas ideas o falta de talento para llevarlas a cabo cuando surgieron en cuentagotas.
El azar de las distribuidoras hizo que, por ejemplo, 2011 marcara un récord de estrenos de películas de Woody Allen. Fueron tres: Conocerás al hombre de tus sueños (2010), Mientras la cosa funcione (2009) y Medianoche en París (2011) en ese orden. Afortunadamente los espectadores pudimos ver un orden in crescendo respecto de la calidad. La primera se inscribiría como “una mas”, la segunda es un gran homenaje al Stand Up con un mágico Larry David hablando siendo cómplice con nosotros desde la pantalla mientras Woody Allen volvía a una Nueva York de barrio. Mientras tanto, Medianoche en París es directamente una lección de cine y una carta de amor a la ciudad bohemia con un mensaje a flor de piel contradiciendo la verdad de perogrullo de que “todo tiempo pasado fue mejor” para fijar la importancia de vivir el presente siempre que uno se haga cargo. Todo esto acompañado por un redescubrimiento de Owen Wilson y todos los artistas de la Belle Epoque como fuente de admiración e inspiración. Sigo recordando en brillante momento en el que Owen le da la idea para filmar El ángel exterminador al propio Luis Buñuel y él mismo no la entiende.
El Cisne negro fue sin dudas la película mas jugada en todos los rubros. Una fábula oscura sobre la obsesión del artista germinada en su presentimiento de la oportunidad de su vida y el momento de enfrentarse al público. La música,la fotografía y la compaginación son por sí mismas una obra de arte en sí y la actuación de Natalie Portman me va a quedar en el corazón y en la retina durante mucho tiempo. Verla después en Amigos con beneficios fue casi un insulto a su propia carrera. Supongo que el dinero en ambos casos le habrá venido de maravillas.
La incorrección política de la nueva versión de El Planeta de los Simios: (r)evolución también pudo demostrar que cuando hay compromiso con una idea cinematográfica se puede hacer una película a nivel industrial con un altísimo contenido político-social sin caer dobles discursos y con una estética narrativa propia. Mención especial para el oculto Andy Serkis en el papel de Simon. Sin sus gestos captados a la perfección por la tecnología no sería lo mismo. Igual elogio para el retorno del mejor Steven Spielberg (como productor) en Súper 8. El director de E.T. siempre supo con quién juntarse a lo largo de su carrera. Sobre todo a la hora de delegar. Lo hizo con Donner, Dante y Zemeckis en los '80 y con J.J. Abrahams en esta producción que rescata el cine fantástico y de aventuras como hacía tiempo que no pasaba. Claro, Spielberg es de los pocos directores y productores (junto con James Cameron) que sabe usar los efectos especiales al servicio de la historia. Cuando esto se hace al revés salen híbridos como Suckerpunch, Cowboys y Aliens, Priest o directamente malos productos como El Oso Yogui, Invasión del mundo: Batalla Los Angeles y Rápidos y furiosos 5. Podría destacar Gigantes de acero si no fuera porque los guionistas de El Karate Kid y Rocky deben estar todavía hablando con abogados a ver si se pude considerar el guión como un plagio o sea, vimos lo mismo muchas veces pero sin robots.
Párrafo aparte para Paul. Reinventar el clisé y los lugares comunes fue un gran desafío y bien merece un lugar dentro de un cine más independiente mezclando fantasía con comedia al estilo ALF.
Del género del terror no voy a hablar porque fue una gran decepción tras otra con la excepción de Destino final 5 y Scream 4, pero una vez más: son secuelas.
El sub-género de aventuras basado en historieta sólo tuvo en X-men: primera clase y Thor buenos exponentes. La segunda no es una maravilla eh? Que quede claro, pero tiene algo de relato clásico shakespereano bien llevado por Kenneth Branagh. Lo demás (con Linterna Verde a la cabeza) fue un showroom de obviedades.
¿Comedia? Mmmhh... Sigo. Bueno... Larry Crowne tenía lo suyo.
El cine de animación tuvo mas originalidad y humor. Enredados (claramente lo mejor) junto con Operación regalo, Gnomeo y Julieta, Rio y Kung fu Panda 2 fue lo mejor. Cars 2 decepcionó un poco con respecto al resto de la producción de Pixar y en todo caso debe ser de todas, la que menos merecía una secuela.
En el resto de los géneros la película El Laberinto ofreció un drama genuino y bien elaborado, junto con Blue Valentine como ejemplo de grandes actuaciones al servicio de un guión que se ocupó (y muy bien) de dibujar personajes cotidianos recorriendo el mapa de la desintegración de la pareja. El ganador es una gran película que tuvo en la actuación de Christian Bale el análogo masculino perfecto de Natalie Portman. Otra actuación memorable. Sin dudas, la obra maestra que exede a lo cinematográfico para entrar directamente en la historia del arte conceptual es la maravillosa El árbol de la vida de Terrence Malick. Pocas veces se puede estar ante una obra tan conmovedora que saca lágrimas desde un lugar muy profundo cuando los cinco sentidos están puestos al servicio de la percepción. El cine de Malick no se trata de “sentarme en la butaca a ver qué me dan”. El desafío del arte demanda mucho mas que eso y este es un ejemplo de la capacidad de los artistas de mover el eje de la tierra. 

Nótese que destaco 21 películas (sin estar todas al mismo nivel) de las 138 estrenadas en el año. Supongo que el porcentaje es más que contundente. Si hay alguna más tendría que recurrir a la planilla lo cual habla de productos mas cerca de lo olvidable aunque tuvieran algo para rescatar. A estas 20 sumo tres de los cuatro reestrenos del año. Si es por juzgar a Hollywood, el hecho de que Volver al futuro, El Rey León y El Padrino hayan llevado en promedio mas espectadores que muchísimas de las obras de USA estrenadas, es otra muestra del punto que trataba de establecer al principio de esta reflexión respecto del qué y el cómo en la industria cinematográfica mas costosa del mundo. También se reestrenó Top Gun. Un error anecdótico. Para los tres jueves del año que quedan, hay programados un par de estrenos que de todos modos no modifican el resultado final. Para bien o para mal, el cine norteamericano está en deuda con el espectador. Al menos con aquel al que le gusta “masticar” las cosas solo entre los cuales, me incluyo. Hasta luego.  

martes, 20 de septiembre de 2011

¿Que hay para ver? Zapping para ponernos al día


Pequeño zapping por la cartelera de cine porteña.

Elija y gane
Para responder a la simple pregunta “¿Qué hay en el cine para ver?”, la cual surge espontáneamente en conversaciones en casa, en el subte o en algún boliche un sábado a la noche, he decidido hacer una rápida y concisa recorrida por los cines de Buenos Aires para entregarle un panorama amplio. También es una excusa para justificar la enorme falta de tiempo de los últimos 15 días que impidieron escribir los comentarios como habitualmente se publican.
Por una razón u otra, sírvase a gusto.

HOLLYWOOD

Noche de miedo (Fright Night, de Craig Gillespie)
Remake de La hora del espanto, la fabulosa película de Tom Holland de 1985. Ya no se les cae una idea ni que pongan  todo Los Angeles de cabeza, la remake sin embargo, entrega buenos momentos y un Colin Farrell componiendo un vampiro aggiornado y bastante divertido. Si. La versión original sigue siendo altamente superior.

Sin Límites (Limitless, de Neil Burger)  
Bradley Cooper descubre la pólvora con una pastillita que potencia la capacidad cerebral al 100%. Terriblemente entretenida aunque con una escena para resolver el final de esas que uno dice “se fueron al carajo”. No hace a la cuestión de todos modos. ¿Robert De Niro? Es un genio pero si aparece más de 15 minutos es mucho. Ojo con pensar que es uno de los protagonistas.

Apollo 18 (Apollo 18, de Gonzalo López-Gallego)
Filmada al estilo Blairwitch o Actividad paranormal (o sea partiendo de la ficción: “encontramos material filmado sobre un caso real”) Apollo 18 quiere proponer aislamiento y una atmósfera opresiva para generar suspenso. No lo logra nunca. Es un concierto de bostezos y encima un final que insulta la inteligencia del espectador. Los alienígenas tienen el tamaño de un plumero y da la sensación que se los liquidaba con fumigar la luna un poco. Flojísima

Invasión a la privacidad (The resident, de Antti Jokinen)
Viene patinando en falso Hillary Swank al punto tal que esta película casi no tuvo estreno comercial en cines en USA. Es lógico teniendo en cuenta que a la media hora el director Antti Jokinen destroza esta producción volviendo todo atrás, revelando cualquier factor sorpresa y rompiendo con el verosímil cuando el malo persigue a Hillary detrás de las paredes de un departamento imposible de creer. Jeffrey Dean Morgan compone un personaje que resulta para la risa. Sobre todo en las escenas en donde desarrolla su fetiche por los vestiditos de Hillary o cuando le agarra el síndrome de Freddy Kruger. ¿Vio esa gente que no se muere nunca?

Destino Final 5 (Final destination 5, de Steven Quale)
La mejor junto con la primera. Una lección de montaje vertiginoso y de cómo usar bien el gore en una época en la que la saga de El juego del miedo agotó el morbo. Además suma a la historia conceptual con un final sorpresivo para quienes vieron las anteriores. La fórmula es la misma, pero acá está mejor utilizada. Pochoclo bien invertido.

Amigos con beneficios (Friends with benefits, de Will Gluck)  
Cómo hace esta gente para estrenar Amigos con derechos y unos meses después hacer una remake casi calcada es un misterio que sólo Estados Unidos puede responder. La historia es igual a la de Ashton Kucher y Katie Holmes. Un hombre y una mujer acuerdan tener encuentros sexuales sin compromiso sentimental. Adivine qué pasa después: cooorrectoou! El filme mejora un poco con las actuaciones de Justin Timberlake y Mila Kunis (Que linda es), pero no lo suficiente como para evitar que uno salga del cine pensando: Esto yo lo vi en algún lado

CINE ARGENTINO
Como ve, no hay mucho del cine proveniente de la madre patria por lo cual, veamos que sucede con el cine de acá. Como algunos de ustedes saben, el cine argentino atraviesa un momento en el que se produce mucho, se estrena algo y se ve poco. Claro, si el excelente documental Tierra Adentro debe competir con Harry Potter en 120 salas de todo el país, la cosa se complica. Igual la estamos peleando.:

Mi primera boda, de Ariel Winograd
Entré como un caballo. Ya sé lo que me van a decir: que es obvia, predecible y con un elenco millonario) pero déjeme aportar algo a la mesa del café. ¿Vio cuando uno está en algún casamiento o fiesta y luego de algunas horas alguien se despacha con chistes tipo Larry de Clay? Hace falta reírse del primero para después no poder evitar la carcajada. Eso me pasó con Mi primera boda. Claro… si no se ríe con el primero, difícilmente aguante el resto. El elenco brilla sobre todo el DJ (Iair Said) de la boda y por supuesto el sketch de los Luthiers Marcos Mundstock y Daniel Rabinovich incluido en la película.

El fin de la espera de Francisco D’Intino
Qué actorazo es Ulises Dumont. Se fue de gira en 2008 y por eso no se estrenó en su momento esta historia simple, hecha con dos mangos y que eventualmente nos permite ser testigos de la entrega y el sacrificio que Ulises hizo para componerlo incluyendo levantar piedras o aparatos. Le dolía todo pero seguía adelante con la historia de Jacinto, un hombre a cargo de una granja que alberga chicos indigentes, bancada por una fundación que decide usar las tierras para otra cosa. ¿Le darán el premio póstumo?

Viudas de Marcos Carnevale
Precedida por el escandalete en Sábado Bus. Es fácil seguir esta película si uno no se hace preguntas sobre el verosímil de la situación. Dos buenas actuaciones de Bertucelli y Borges mas una Rita Cortese y un Martín Bossi cuyos personajes quedan sueltos en la historia.

Cine al fin de Meritxel Soler
Precioso documental de Meritxel Soler sobre los cines y su desaparición a partir de un viaje que comienza en un antiguo cine en Cataluña y sigue hasta el sur de Argentina. Historias de edificios desaparecidos, transformados o reciclados que albergaron ilusión y fantasía durante generaciones. Una voz sugestiva de la directora va transmitiendo las sensaciones que el mismo film provoca. Hecho a pulmón. Perdón. MUY BIEN hecho a pulmón.

El Estudiante de Santiago Mitre
Ya desde el BAFICI 2011 se veía venir la buena repercusión de esta gran película de Santiago Mitre. Una historia pequeña que va creciendo gracias a las actuaciones absolutamente creíbles y un guión que se codea con la militancia en la universidad y el discurso político solo contextualmente. En realidad esconde entre líneas un tema mucho mas profundo. De las imperdibles del año.

RESTO DEL MUNDO

Habemus Papa (Habemus Papa, de Nani Moretti)
De lo mejor del año esta comedia que propone desde el humor una visión sobre el miedo a la responsabilidad a partir de la elección del sucesor del papa recientemente fallecido. El elegido siente un tremendo temor ante tamaña designación y se manda a mudar del vaticano a vivir un poco el mundo. La contratación del mejor psicólogo de Italia es lo que dispara la comedia y la posición neutral que asume el director. Actuaciones brillantes de todo el elenco pero especialmente de Nani Moretti y Michel Piccoli.  Imperdible

Sin Escape de Benjamín Heisenberg
Fantástica película sobre Johann, un hombre recién salido de la cárcel por robo. El ex convicto tiene un problema: es adicto a la adrenalina que le genera el acto del robo. Trata de inscribirse en maratones y si bien las gana, no le alcanza. El halla su lugar en el mundo en la tensión del delito y si bien tiene un amor por ahí que trata de atemperarlo, él se reconoce endeble ante los sentimientos. Un trabajo notable de montaje y una perfecta elección del actor Andreas Lust en el papel principal.

El significado del amor de Michel Leclerc
Ojo con ir al cine a ver esta película, esperando “una romántica” y sólo eso. Nada mas lejos de la verdad. Esta película parte de una premisa bastante hippie en esta época y tan inocente como idealista: Hacer el amor y no la guerra. Todo está centrado en la relación de Baya (Sara Forestier) y Arthur (Jaques Gamblin). Ella es una activista de izquierda que aplica la particular teoría de poder cambiar a los hombres políticamente de derecha y/o conservadores, haciendo el amor con ellos. Jaques podría entrar dentro de la definición de Baya pero esta vez, ella se enamora. Buena historia en clave de amor e incorrección política. No, mejor no. Disculpe. Saquemos la palabra incorrección.

Extenso recorrido eh? No se puede quejar. Lo sé… no es excusa; pero sirve como approach a lo que fue pasando. Preguntas, cuestiones y demás inquietudes en la sección comentarios por favor.
Hasta luego.

sábado, 3 de septiembre de 2011

La vitalidad de los afectos


La familia unida para quererlos como son
Sé que el dicho es vox pópuli pero no debe ser tarea fácil pintar nuestra propia aldea. Felix Van Groeningen, el joven director de La vitalidad de los afectos da muestras de ser un hombre inteligente para filmar y para escribir. En lugar de pretensiones grandilocuentes como la de dar su versión del mundo, se ha cernido simplemente a entender que en toda aldea hay familias y cada una de ellas conforma el universo sobre el que se expanden las idiosincrasias. Es decir, eligió una historia familiar y a través de ella dejar que el espectador pinte el resto.
Basada en La meritude des choses de Dimitri Verhulst, la película se centra en la historia que narra Gunther Strobbe (Valentijn Dhaenens), un escritor que desde hace años intenta que alguna editorial publique lo que escribe. Gunther necesita explicarse cómo llegó a este momento y qué lo hizo pararse frente a la vida de la manera que lo hace.
Así retrocedemos a cuando tenía 13 años (Kenneth Vanbaeden) y vivía en el pueblo de Reetveerdegem.  Desde ese primer flashback de los numerosos que tiene la película, el director mete su cámara en la intimidad mas profunda de una familia decadente en la cual es difícil imaginar que un chico tenga un futuro distinto de emborracharse alegremente en un bar y golpear a cuanta pareja tenga.
Gunther nos va describiendo a su familia desde un presente incierto. Su papá Celle (Koen De Graeve) se separó luego de una infidelidad y se fue junto con su hijo a vivir a lo de su madre Meetje (Gilda De Bal) en una pequeña casa ubicada en lo que parece un barrio humilde. En ese mismo lugar también viven sus tres tíos Lowie “Gasolina” (Wouter Hendrickx), Pieter “Fortachón” (Johan Heldenbergh) y Koen (Bert Haelvoet). Excepto por la abuela y su nieto, el resto de esa familia, o sea los cuatro hermanos, tienen pocas luces y mucho corazón. Claramente conviven con los vicios la suficiente cantidad de horas al día como para convertirlos en una forma de vida. Todos los personajes parecen tener las mismas características de los que aparecen en las películas de Emir Kusturica. Como si Van Groeninger intentara encontrar cierta belleza en ese ambiente grotesco.
La base de este entorno familiar es una holgazanería disfrazada de esfuerzos miserables y un estado casi constante de ebriedad en donde sale lo peor, lo más gutural de cada uno. Ninguno de esos hombres parece tener suerte en la vida, pero tampoco hacen nada por cambiarla. El relato nos va llevando por los 13 años de Gunther, deteniéndose en momentos importantes como el modo en que llega a tener su primera bicicleta o cuando reciben la visita de la Tía Rosie (Natali Broods) quién definitivamente ofrece otro prisma en su vida.
A pesar de todas estas circunstancias, el gran acierto de contar esta historia desde la perspectiva del chico (o de un adulto que sigue pensando y sintiendo igual), nos permite entender por qué Gunther ama a su familia. Sabe que no va a salir adelante gracias  a ellos e instintivamente decide su futuro sin dejar de mostrarnos a los suyos aceptándolos y queriéndolos tal cual son. Por eso La vitalidad de los afectos se vuelve una comedia entrañable que invita a reflexionar sobre el propio entorno y la supervivencia individual al mismo.

La vitalidad de los afectos
De helaasheid der dingen Poster (Bélgica / Holanda, 2009)

Dirección: Felix Van Groeningen

Guión: Felix Van Groeningen y Christophe Dirickx (Basado en la novela del mismo nombre de Dimitri Verhulst

Montaje: Nico Leunen

Fotografía: Ruben Impens

Música: Jef Neve

Sonido: Jan Deca y Michel Schöpping

Reparto: Kenneth Vanbaeden, Valentijn Dhaenens, Koen De Graeve, Wouter Hendrickx, Johan Heldenbergh, Bert Haelvoet, Natali Broods, Gilda de Bal y elenco

Duración: 108 minutos

Hablada en Holandés con subtítulos

viernes, 2 de septiembre de 2011

DOCA y Observatorio Sur siguen girando sus documentales bajo la consigna La realidad no es un show


En la previa a la esperada edición de este año, la gente de DOCA junto con Observatorio Sur sigue girando los contenidos de la propuesta de 2010, La realidad no es un show.
El rati horror show
La idea central fue disparada exclusivamente por el tratamiento mediático que tuvo el rescate de los mineros en Chile. Efectivamente, el mundo estuvo atento al episodio y los medios tanto chilenos como argentinos hicieron poco más que una novela melodramática que incluyó explícitamente la intención de rédito político del presidente chileno.
Rieles en rebeldía
Bajo estos parámetros, DOCA traslada su consigna a Escobar. Mas precisamente en la Biblioteca Popular de Hipólito Yrigoyen 514 de esa ciudad los días 2, 3 y 4 de septiembre. Entre las obras mas destacadas están Sinécdoque, Rieles en rebeldía y por supuesto ESMA/memorias de la resistencia y el gran documental de Enrique Piñeiro, El Rati Horror Show.

La programación de La realidad no es un show incluye:

Viernes 2 a las 20:00 hs:

El Provocador. O primeiro filme em portunhol. De Adoquín Video 


Sábado 3 a partir de las 16:00 hs:

Sinécdoque. De Adriana Sosa.
Esa Mujer. De Silbando Bembas.
Rieles de Rebeldía. De Contraimagen.
Los desobedientes de la Zulma. De Alejandra Guzzo

20:00hs:

El Rati Horror Show. De Pablo Tesoriere y Enrique Piñeiro


Domingo 4 a partir de las 16:00 hs

Instrucciones para abrir una puerta. De Natacha Mell y Hugo Duarte.
La cárcel de Bernarda Alba. De Fernando Korstanje.
Tenaris - Siat. No a la impunidad patronal. De Silbando Bembas.
Tartagal, lo que el barro nos dejó. De Sandra Costas , Fernando Kirchmar y Salvador Marinaro.
Contra la trata. De Ojo Obrero.

20:00hs:

Ajeros. De Contraimagen.
Esma / Memorias de la resistencia. De Boedo Films y TvPTS.

ESMA - Memorias de la resistencia
Esta es la primera vez que DOCA visitará Escobar. Mientras tanto siguen las proyecciones semanales en el Espacio INCAA Km 3, Artecinema.Un ciclo que bien vale la pena recorrer para tener una visión mas detallada sobre algunos temas a vece banalizados por la TV.

sábado, 27 de agosto de 2011

Balada triste de trompeta (España, 2011)


Dura, fuerte y provocadora. Con Balada triste de trompeta puede ocurrir cualquier cosa excepto pasar desapercibida.

Del fundido negro de los títulos se escuchan risas de niños. Imágen. Madrid, 1937. Dos payasos están en pleno acto de hacer reír. Bombardeo. Los chicos pasan a rostros con miedo y preocupados. Ambos payasos, el triste y el alegre (Santiago Segura), se animan a seguir para provocar nuevamente la sonrisa en el público menudo. Si son los últimos instantes, que sea riendo. De pronto irrumpe un pelotón que recluta al payaso alegre quién machete en mano va al frente contra el ejército franquista hasta que es apresado. Su hijo Javier presencia todo y en una de sus visitas a la cárcel le dice al padre que quiere ser payaso como él. El padre que ya ha visto de todo, baja a su hijo a la realidad y le habla de un destino como payaso triste. Nunca podrá hacer reír a los niños pues no ha tenido infancia. No conforme con eso, le dice que el mejor vehículo para paliar ese dolor será la venganza.
Violencia nacida de la ira contenida. Volvió de la Iglesia
Ya en 1973, Javier (Carlos Arces) se une a un gran circo como partenaire de Sergio (Antonio de la Torre), el payaso alegre con los chicos y a la vez despótico y tremendamente violento en esa pequeña comunidad de artistas. Ambos payasos tienen antecedentes suficientes para ser violentos. Merced al exceso de alcohol, Sergio es un constante volcán en erupción, mientras que los antecedentes duros y dolorosos de Javier, implican una furia contenida y sometida por una vida sin motivaciones. Pero aparece Natalia (increíblemente bella Carolina Bang), una acróbata en pareja con Sergio pero extrañamente atraída hacia la cadencia de Javier.
Este personaje es el que, en un principio, saca lo mejor del payaso triste y a la vez se irá convirtiendo en el sentido de estar vivo. La única esperanza para un destino inevitable: El enfrentamiento de ambos hombres uno por orgullo y el otro por amor a la posesión de una mujer que además despierta sus contradicciones. En este triángulo es donde Alex de la Iglesia traza un paralelo con su visión sobre España. Un país construido con violencia, imposiciones tiránicas, amor pasional y el mismo deseo de libertad y encierro. Todo simbolizado en dos payasos. La alegría y la tristeza, el alivio y el dolor, la certeza y la contradicción. Todas las consecuencias que dejó el generalismo Franco en la Guerra Civil Española. Una herida abierta. 
Desde el lado de la construcción de personajes, el guión los va dotando de suficientes antecedentes profundos como para que sus acciones de extrema violencia tengan absoluto sentido con lo cual, el relato tiene una fuerza inusual sustentada en esos mismos parámetros. La dirección de arte de Eduardo Hidalgo (hijo) junto a la fabulosa fotografía de Kiko de la Rica, remiten a una propuesta bizarra y a la vez barroca. Quizás lo más cercano para tener una referencia sea la estética elegida por Rob Zombie para su película 1000 cuerpos.
Así mismo, hay que mencionar la música como un factor muy importante. La partitura de Roque Baños le da personalidad a cada uno y a la vez los amalgama para toda la película.
Si por algo se llama Balada triste de trompeta, es por la canción interpretada por Raphael en la película Sin un adiós (1971). No tanto por la letra; sino por la interpretación del cantante que, puesta en este contexto, ofrece un matiz muy distinto, casi justificador de la ira con la que está impregnada esta realización. De hecho, el fragmento de Sin un adiós en donde suena esta canción, se ve en dos oportunidades en Balada triste de trompeta. La primera vez, acentúa un estado de violencia de Javier que parte desde un dolor muy profundo y muy sentido. A el le duele estar vivo y Natalia le da tantas razones para vivir como para morir. La segunda vez es parte del santuario en donde se desarrolla el clímax. Un hallazgo.
Alex de la Iglesia ha logrado algo muy difícil como artista. Exorcizar sus demonios con sentido crítico, con rabia y con mucha violencia. Como si su obra más personal fuera más allá del puñetazo en la pared.
Celebro el regreso de este gran cineasta con una película tan personal. Acaso sirva como invitación a conocerlo. 

Balada triste de trompeta
(ESPAÑA, 2010)

Dirección: Alex de la Iglesia

Guión: Alex de la Iglesia

Montaje: Alejándro Lázaro

Fotografía: Kiko de la Rica

Música: Roque Baños

Dirección de arte: Roque Hidalgo

Reparto: Carlos Areces, Antonio de la Torre, Carolina Bang, Santiago Segura, Manuel Tallafé, Alejandro Tejerías, Manuel Tejada, Enrique Villén, Gracia Olayo y elenco.

jueves, 25 de agosto de 2011

El amante (Io sono l'amore) Italia, 2009


Enorme trabajo de Tilda Swinton para El amante
El amante es una historia ubicada en la aristocracia. Emma (Tilda Swinton), es una mujer soviética que se enamoró de Edoardo Recchi (Gabreille Ferzetti) un empresario italiano perteneciente a la industria textil. Casados y con hijos ya adultos, la vida de la familia Recchi parece tener el futuro económico asegurado.
En la secuencia inicial, Emma está preparando una cena para invitados que será presidida por el patriarca de la familia, Tancredi Recchi (Pippo Delbono). El director Luca Guadagnino usa esta escena para dejar establecida la relación familiar y el papel que juega cada uno. Durante la puesta minuciosa de platos, cubiertos, copas, centros de mesa y la supervisión del menú, Emma parece más una maitre que una esposa. Como si en realidad no fuera parte de la familia. Es verdad que su italiano tiene un acento ruso, pero no es sólo eso lo que pone distancia. La actitud corporal de la brillante actriz Tilda Swinton es como la de un pájaro encerrado en una jaula de oro.
Es fácil confundirse con esta película. Hay una propuesta estética con ribetes reflexivos (por ejemplo las tomas de la ciudad de Milán cubierta de nieve) aunque luego no se utilizan mas que para establecer una época del año. Si bien la película transcurre durante dos estaciones del año, la arquitectura de Milán no parece tener el protagonismo que se le endilga de hecho.
Establecido el conflicto interno de Emma, aparece en esa misma secuencia Antonio (Edoardo Gabriellini), un chef de lujo amigo del hijo mayor Edo (Flavio Parenti) con quien planea un negocio gastronómico. Aquí, en los platos servidos y la combinación de colores, es donde el brillante director de fotografía Yorick Le Saux encuentra el punto de conexión para un trabajo que oscila entre las dos estaciones del año en que se desarrolla la película: Invierno y Verano.
Tancredi anuncia su retiro y el legado de la empresa a su hijo; pero con algo de pimienta ya que también lo hace cargo al nieto. Ahora padre e hijo deberán seguir la tradición de llevar adelante un negocio que siempre fue próspero.
Esta es una de las subtramas que el guión de El amante construye a lo largo del film, pero por momentos da la sensación que no están aportando gran cosa a lo principal que es Emma y su deseo de liberación. De sentirse viva en medio de cierta hipocresía reinante en el seno familiar. Pasa lo mismo con la relación madre-hija que una vez mas (ya cansa) instala la homosexualidad como punto polémico, en tanto la reacción de Emma para con su hija.
Cuando la dirección apunta al personaje de Tilda Swinton, la película vuelve a tomar impulso, mientras tanto uno va acomodándose en la butaca esperando que las otras historias nos lleven a algo.
En la última media hora se decantará el climax y de aquí en adelante, todo queda muy claro, o sea, Luca Guadagnino saca a flote una película que parecía hundirse en el melodrama. Quédese en los créditos finales para que todo termine de cerrarle.

El amante
Io sono l’amore (Italia 2009)

Dirección: Luca Guadagnino

Guión: Luca Guadagnino, Barbara Alberti, Ivan Cotroneo, Walter Fasano

Montaje: Walter Fasano

Fotografía: Yorick Le Saux

Música: John Adams

Dirección de arte: Nadine Herrmann

Reparto: Tilda Swinton, Edoardo Gabriellini, Flavio Parenti, Pippo Delbono,
Gabreille Ferzetti, Alba Rohrwacher, Diane Fleri y elenco.

Quiero matar a mi jefe (Horrible Bosses) USA, 2011


Notable. Alguien en Hollywood ha logrado tamizar los personajes de ¿Qué pasó ayer?, extraerles la idiosincrasia y gran parte del estilo de humor para luego ponerles otro disfraz y meterlos en otro lado. Lo que se dice una lectura perfecta de lo que hace reír al público porque Quiero matar a mi jefe arranca más de una carcajada.  
Es importante destacar que si a Ud le gustó y se mató de risa con aquella película de los cuatro amigos que despiertan en Las Vegas (y en Bangkok en la segunda parte) sin recordar la noche anterior, esta comedia es su próxima película, siempre y cuando no intente compararlas. Me animo a tomar ¿Qué pasó ayer? como una simple referencia para entender con qué tipo de humor estoy emparentando este estreno.

Enredos. Absurdos si. pero muy divertidos
Tres hombres que no superan la inteligencia promedio se encuentran en un punto en el que la situación en sus trabajos se hace insoportable. Los tres detestan profundamente a sus jefes. Nick (Jason Bateman) tiene que soportar a Dave (Kevin Spacey), quien decidió ocupar la gerencia de ventas que tanto anhelaba; Kurt (Jason Sudeikis) odia a Bobby (Colin Farell), un hombre de trato e ideología casi bestial ocupado en tomar merca y de paso la compañía de su difunto padre para exprimirla hasta sacarle la última gota. El caso de Dale (Charly Day) es distinto. Está enamorado de su prometida pero sufre el acoso sexual de una irrefrenable doctora Harris (muy bien Jennifer Aniston).
Los primeros veinte minutos son lo mejor de la película y los que servirán para mantenernos con la sonrisa bien ancha durante el resto del film aunque a partir de allí, se rompa con el verosímil hasta llegar a desproporcionarse.
El guión de Quiero matar a mi jefe toma como base (a la vez, de homenajea) el argumento del gran clásico Pacto siniestro de Alfred Hitchkock en el que dos desconocidos tienen la idea de intercambiarse los asesinatos para que no haya conexión posible. A esto se le suma (o mezcla) la idea de la brillante comedia de Danny DeVito, Tira a mamá del tren. De hecho, ambas películas son mencionadas por los personajes para servirles de inspiración a su plan. Si todavía no adivinó el resto del argumento vuelva al párrafo anterior o mejor aún deje que fluya en el cine. Gracias a que todos los actores llevan sus personajes a un límite poco común, los enredos de Quiero matar a mi jefe van por un cauce razonable en el que se puede adivinar todo y a la vez reírse mucho. No hay muchos méritos más para ponderar. La dirección de Seth Gordon está acorde con la propuesta y en todo caso la música de Christopher Lennertz          subraya bien algunos pasajes
Vaya a pasar el rato, pero sobre todo vaya con buen humor. Es probable que salga mejor de lo que entró. Las preguntas sobre el sentido de algunas situaciones o diálogos vendrán después. Y va Ud a tener razón en todo lo que critique, pero para entonces la sonrisa ya estará dibujada. Lo demás importará poco.   

Quiero matar a mi jefe
Horrible Bosses (USA, 2011)

Dirección: Seth Gordon

Guión: Michael Markowitz, John Francis Daley, Jonathan M. Goldstein.         

Montaje: Peter Teschner

Fotografía: David Hennings

Música: Christopher Lennertz

Reparto: Jason Bateman, Kevin Spacey, Jason Sudeikis, Colin Farell, Charly Day, Jennifer Aniston, Jamie Foxx y elenco

No le temas a la oscuridad (Don't be afraid of the dark) USA, 2010


Nenita en la bañadera. Una de las peores escenas
Buenas, tome algo.
Que ironía, uno que ama las películas de terror, jamás hubiera imaginado que en 2011 se podía estrenar una producción de Hollywood peor que La Oscuridad; pero todo es posible en la “tierra de la libertad, hogar del valiente”; si alguien como Guillermo del Toro se levanta de mal humor y con ganas de gastarle un chascarrillo a los espectadores.
Continúo.  
En alguna noche resacosa, el director de El laberinto del fauno debe haber hecho zapping sin parar y se topó en el canal 824 (vaya a saber) con el viejo y horrible telefilm No le temas a la oscuridad de 1973. Le debe haber dado tanta bronca ese clavo que decidió vengarse un montón. No sólo produciendo la remake para cine; sino también escribiéndola.
La primer víctima fue Matthew Robbins, hombre que hace rato no hace nada (por suerte). Del Toro le habrá hecho ver la antigua versión. Ahora tenemos dos directores devenidos a guionistas y con bronca suficiente para re-escribirla agregándole algún elemento un poquito más morboso.
Imagino las carcajadas de ambos cuando terminaron el libreto. Supongo que no les habrá dado para meterse detrás de la cámara y de la larga lista de “che pibes” que hay en Los Angeles llamaron al novato Troy Nixey quien en aras de pagar el alquiler atrasado firmó el contrato. Cuando hay hambre no hay pan duro.  
En la introducción, (tiempo pasado) un pintor está instalado y haciendo un mural en el sótano oscuro de una gran mansión (curioso lugar para un mural pero bueh! Es lo que hay). El hombre se ve desesperado hablándole a una chimenea tipo salamandra y ofreciéndole sus dientes (leyó bien) a algunas voces que susurran incoherencias, a cambio de que le devuelvan a su hijo. Quienes sean que viven chimenea abajo agarran al buen hombre de la cabeza y haciendo alarde de su capacidad para contorsionar un cuerpo humano, lo succionan por la pequeña hendidura metálica.
Títulos.
Durante los mismos, aconsejo taparse los oídos a aquellos espectadores que entienden inglés porque se vuelven a escuchar las voces, revelando gran parte de lo que van a hacer en la película.
Sigo.
Tiempo presente.
Alex (Guy Pearce) y Kim (Katie Holmes) son una pareja experta en restauraciones inmobiliarias. Alex tiene una hijita llamada Sally (Bailee Madison) de unos 7-8 años y viene de un divorcio reciente; pero por alguna razón la madre la envía con su papá (no es un sarcasmo, efectivamente el motivo nunca se conoce). Llegan a la mansión antigua. Sally no quiere estar ahí. Quiere volver con la mamá. Además tiene miedo por algo y se lo dice al papá. El le responde a la nena que no se preocupe, total ya se va a acostumbrar. Por lo que sucede después, evidentemente el padre se refería al miedo y no a la nueva casa. Cuestión que la nena no quiere saber nada ni con estar ahí, ni con leer el guión porque a pesar de su temor manifiesto se empieza a meter en todos los lugares a los que un niño normal no iría. Por ejemplo a un sótano oscuro en donde las voces que en los títulos declaraban sus intenciones, invitan a Sally a jugar aclarándole que la luz les molesta bastante. Que no la prenda.
Claro, imagine cuando va con este cuento al padre. El hombre está más preocupado porque Kim caiga bien a la niña que por el estado de ánimo de su hija. Kim intenta un acercamiento pero no sirve de mucho porque Sally está ocupadísima en tener miedo de noche e igual insistir con bajar al sótano y abrir la chimenea.
En ese momento vemos a los que hablaban. Unos seres diminutos, esqueléticos y dientones que apenas superan un tobillo adulto de altura. Al primero que atacan es al jardinero en una escena en la que, en vez de pisar a los bichitos o barrerlos con una escoba, el hombre decide tropezarse, caer y dejarse hacer de todo.
Estos muñequitos que asustan tanto como los Muppets, están decididos a llevarse los dientes de Sally. Como el Ratón Perez, pero dejando sangre en vez de plata. En un momento atrapan a la pequeña con dos o tres sogas y entre todos la arrastran hacia la estufa lo cual hace pensar que Sally pesa unos 200 kilos, teniendo en cuenta que al pintor lo metieron en un segundo como si estuviera relleno de telgopor.
Todo el resto de la película es un sinfín de ridiculeces y contradicciones en el que los actores van y vienen si saber muy bien para donde ni por qué. No tienen la culpa obviamente, deben estar todavía buscando al director para ver si la vuelta de tuerca del guión se hace con llave inglesa o con una pinza nomás.
Guillermo Del Toro sabe español así que aclaro: lo que escribí fue producto de un brote sicótico. Hay que aclararlo ¿vio? No sea que este comentario le llegue y quiera vengarse de mí haciendo una secuela.

No le temas a la oscuridad
Don’t be afraid of the dark (USA, 2010)

Dirección: Troy Nixey

Guión: Guillermo del Toro y Matthew Robbins (Basados en el guión televisivo de Nigel McKeand)

Montaje: Hill Bilcock  

Fotografía: Oliver Stapleton

Música: Marco Beltrami y Buck Sanders

Reparto: Guy Pearce, Katie Colmes, Bailee Madison y elenco