jueves, 28 de abril de 2011

MIS TARDES CON MARGUERITTE

No hay nada que hacerle, cuando una historia esta bien contada, pero además tiene el poder de transmitir, emocionar y por qué no, enseñar; a uno no le queda mas que rendirse a los pies del talento.

Depardieu y Casadesus. Talento puro al servico del arte
Me pregunto a veces, ¿Cómo algo chiquito puede ser tan grande o cómo algo sencillo puede apuntar tan bien a nuestras complejidades? Este tipo de películas parecen surgir cada tanto para demostrar cuan simple es hacer cine cuando se tienen una historia y solidez narrativa para contarla. Ya tuvimos un ejemplo hermoso este año con el estreno de Un Feriado Particular de Gianni Di Gregorio

El film Mis tardes con Margueritte es eso. Es hacer simple lo que puede ser complicado y en esto tiene mucho que ver el director Jean Becker, veterano contador de historias y que en este caso también es el guionista a partir de un libro que, por supuesto, intentaré conseguir para disfrutarlo también.

Germain (Gerard Depardieu) es un hombre tosco, casi analfabeto y nada relacionado con las artes. Y está a propósito mostrado así. Inserto en la sociedad, pero en el lugar intelectual mas primitivo. Para él la vida es una constante rutina entre Anette (Sophie Guillemin) su novia con la que no avanza, su trabajo de albañil, y su huerto al costado de la casa en la que vive con su madre Stéphanie (Mélanie Bernier), cuya relación está estancada en el tiempo con algunos recuerdos de cómo padeció su niñez y el presente en el que ve marchitar su corazón (en tanto, capacidad de sentir) inevitablemente.
En este contexto (y en un banco de plaza) conoce a Margueritte (Gisèle Casadesus), una anciana que va del geriátrico a la plaza y que un buen día comienza una relación a través de la lectura en voz alta con la que Germaine establece una conexión. Un descubrimiento maravilloso en todo ese mundo escrito que ella le va revelando. Y así, él va dirigiendo y aplicando cada cosa que incorpora como si fuera una esponja que absorbe palabras, historias y amor. Por eso brillan escenas como en la que él imagina La Peste de Albert Camus mientras la escucha en boca de Margueritte.

Vi una relación que, inteligentemente, manejada por Jean Becker da cátedra cómo hacer crecer los personajes de una historia.
De hecho, somos testigos de la forma en que el mundo y la perspectiva de Germain van cambiando a favor de descartar aquello de su vida que ya no le aporta como antes. 

Esta amistad (este film) es posible, real y creíble gracias al talento de Gerard Depardieu
y Gisèle Casadesus, que en cada expresión le dan vida a sus personajes, y gracias al director y su elección de planos cortos con referencia que nos pone en el lugar de testigos de cómo estas personas se van vinculando.
La música de Laurent Voulzy (¿Se acuerda de Rockollection?), le brinda a la película una constante sensación de dulzura sin caer en recursos obvios y el resto de los rubros cumplen con creces.

Mis tardes con Margueritte son esos momentos de cada día aprovechados al máximo, esos que quisiera tener para atesorarlos para siempre y poder transmitirlos tal cual los recibí. Geramine va descubriendo desde su simpleza, que el mundo de las palabras no tiene fronteras y sólo atravesando el camino de la lectura, va a poder elegir y tomar decisiones; porque el verdadero poder lo da el conocimiento.

Quizás sea la hora de volver a abrir las páginas de algunos libros con la misma avidez de conocimiento que cada uno tuvo y quedó ahí latente y cuando deje de hacerlo, será el tiempo de volver a ver ésta película para recordarlo. Un film entrañable, de valores cinematográficos genuinos. Pequeña e inolvidable.

MIS TARDES CON MARGUERITTE
La tête en friche (FRANCIA, 2010)

Dirección: Jean Becker

Guión: Jean Becker y Jean-Loup Dabadie (basados en el libro del mismo nombre de Marie-Sabine Roger)

Montaje: Jaques Witta

Fotografía: Arthur Cloquet

Música: Laurent Voulzy

Reparto: Gerard Depardieu, Sophie Guillemin, Mélanie Bernier, Gisèle Casadesus, Maurane, Patrick Bouchitey,   Jean-François Stévenin, François-Xavier Demaison y elenco.

SCREAM 4

Hola. 
Me preguntaba como iba a hacer Wes Craven para reinventar esta saga. Porque, en función del género, ya la segunda parte no era necesaria aunque ésta tenía alguna vuelta que por razones de guión no entraron en la primera. Ahora, ¿Cuatro películas de Scream?...
Fíjese que sin embargo, Scream 4 tiene un gran “sin embargo”.

Nueva década, nuevas reglas, viejo reparto.
En el siglo XXI el género del terror se pudo reinventar y se sostuvo gracias a cuatro pilares fundamentalmente: La mirada dirigida hacia oriente que metió fantasmas muy reales en guiones por lo general muy sólidos; el horror pornográfico de la saga del Juego del Miedo y Hostel; una revisión a través de remakes de viejos clásicos como Halloween, Pesadilla, Museo de Cera, etc y la vigencia de algunos maestros vigentes como Romero y Carpenter que de vez en cuando hacen algo. En este grupito entraría Wes Craven (un par de escalones más abajo, claro).
El problema es que cuando la fórmula se repite tanto, difícilmente se pueda contar con la esperanza de una dosis de originalidad que traiga algo de frescura.

En este sentido, Scream 4 tiene una a favor y una en contra. Vamos con la que tiene a favor. Hay en la propuesta de Craven un cine dentro del cine para revisar con mucho ingenio, mucho conocimiento del género y sobre todo mucha ironía y humor, casi toda la historia del cine de terror de Psicosis para esta parte. Es como ver un diccionario de definiciones del género a través de lo que dicen y hacen los personajes.
La que tiene en contra, es que por hacer esto muy bien, Wes Craven se olvidó de la película que estaba filmando y por eso Scream 4 es todo, menos una película de terror.

Todo vuelve a suceder en Woodsboro. Con el agregado de una suerte de “auto-bombo” que consiste en que Hollywood, llevó al cine los crímenes que ocurrieron allí (o sea en Scream 1), en una saga que se llama “Stab” (puñalada en inglés) con lo cual Craven se parodia a sí mismo.
En la secuencia inicial, hay dos amagues de comienzo casi calcados que a los efectos de aplicar el lenguaje común a Craven los vamos a llamar “teasers”. Ambos sirven tanto de introducción como de declaración de principios sobre los gustos personales del director y con esta premisa se suceden chistes internos como por ejemplo que una de las “Stab” está dirigida por un tal Robert Rodríguez).
Es como si los personajes de Scream 4 fueran cómplices del director para parodiar todas las fórmulas y convenciones que ellos mismos han creado y van enumerando. Pero cuando finalmente entramos en la trama, tenemos que en el pueblito de Woodsboro se cumple otro aniversario de la masacre ocurrida en la primera entrega de la saga. Los jóvenes del pueblito, conociendo los hechos, arman como un segundo Halloween en esa fecha que, este año, coincide con el retorno de Sydney Prescott (Neve Campbell ¿Subió de peso?) a presentar su libro en el que logra exorcizar todo lo que le pasó. Qué mejor momento con esta visita tristemente célebre, para que los asesinatos vuelvan a comenzar con el copycat de turno que en definitiva, es la única intriga que queda por revelar al espectador o sea, quién de todos está bajo la famosa máscara. Como ve, esto no es nuevo porque del lado de los buenos sigue la pareja (en la película y en la vida real) del sheriff Dewey (David Arquette) y la reportera Gale (Courteney Cox). Todo en familia ¿Vio?   

No quiero resultar confuso en mi apreciación. Yo disfruté mucho de ver Scream 4; pero conociendo al director, podría haberme anticipado un poco más y aquí voy a lo que decía al principio. Es tan buena su propia parodia y tan completo el diccionario básico del cine de terror, que Wes Craven omite dirigir esta película para el lado del género que él mismo adora filmar. Toda posibilidad de suspenso, tensión, miedo o lo que fuere, está opacada por aplicar a rajatabla todo lo que sus personajes anticipan ergo, Scream 4 es muy buena, pero no es de terror.  

SCREAM 4
Scream 4 (USA, 2011)

Dirección: Wes Craven

Guión: Kevin Williamson

Montaje: Peter McNulty

Fotografía: Peter Deming

Música: Marco Beltrami

Reparto: Lucy Hale, Roger Jackson (La voz), Shenae Grimes, Dane Farwell, Anna Paquin, Kristen Bell, Aimee Teegarden, Neve Campbell, Alison Brie, David Arquette, Courteney Cox y elenco.

THOR

¿Cómo le va? Tome asiento. 
Entre los empleados de aquel video club de Barrio Norte en Coronel Díaz y Beruti en el que trabajaba, hablábamos de cine. Y por necesidad de establecer una diferencia que, aplicada al oficio de recomendar películas, nos permitiera explicar con manzanas lo que todavía no sabíamos si era una moda o una tendencia, inventamos en aquel entonces por 1990/91, un término que nos resultara cómodo. Así nació, para nosotros, el género (o sub-género mejor dicho) de Comic Movie.
Dioses y mortales en una Comic Movie bien contada
Claro, en menos de 6 meses, habíamos recibido la Batman de Tim Burton, la horrorosa versión de Capitán América –una de las peores películas que quién escribe ha visto-; el piloto de 90 minutos de la serie The Flash; Darkman de Sam Raimi y el Dick Tracy de Warren Beatty entre otras. Si bien el cine había abordado muchas veces a los superhéroes de historieta, para mí quedó claro que la década del 90 marcó el comienzo de lo que luego sería una suerte de industria aparte con mega proyectos dedicados exclusivamente a la adaptación del comic a la pantalla grande.

Hoy yo tengo el término Cómic Movie como un referente para poder clasificar y diferenciar este tipo de películas del cine de aventuras por una razón fundamental:
Es el único tipo de películas que arranca desde una plataforma en la que hay muchas cosas que ya están prácticamente resueltas, a saber: 

La dirección de arte y story board; el guión (por lo menos en lo que atañe a la construcción de los personajes, sus antecedentes y sus conflictos); el vestuario (cómo mínimo el de los personajes principales); la escenografía (en casi todos los casos) y por qué no, el casting (viendo la historieta es mas fácil buscar perfiles ¿no?) 

O sea, el género Comic Movie arranca con una enorme cantidad de ventajas y es por estas razones que yo como espectador le exijo a estas versiones cinematográficas, mucho más que en cualquier otro caso de adaptación. Si no lo hiciera, me quedaría en mi casa leyendo las historietas. Perdón la introducción pero la necesitaba para hablar de la película.

Thor era el último gran personaje de Marvel que faltaba adaptar. Es verdad que está un escalón más abajo en creatividad porque este personaje y sus conflictos, están basados y tomados literalmente de toda la mitología vikinga.
El primer acierto de Thor, fue darle la dirección al irlandés Kenneth Branagh quién contó con J. Michael Straczynski y Mark Protosevich, los guionistas de El Sustituto y La Celda respectivamente, que es como tener una dupla con mucho oficio para construir una historia sólida y con una visión estética muy imaginativa (también respectivamente).
Estos tres hombres hicieron una de las mejores versiones cinematográficas basadas en historieta de esta década que como guinda del postre tiene una buena fotografía, una poderosa banda de sonido de Patrick Doyle y una riqueza visual muy bien contrastada entre Asgard (la ciudad de los dioses vikingos) y los sucesos en La Tierra. En todo caso, la elección de los actores puede entrar en el terreno de lo discutible, pero la dirección y la compaginación es tan buena que hasta en eso ayudan lo suficiente.

Sería ingenuo, intentar comparar la historia real de los dioses vikingos con esta película, recordemos que eso está tomado solamente como la base.
En La Tierra, Jane (Natalie Portman), Eric (Stellan Skarsgård) y Darcy (Kat Dennings) están preocupados investigando algunos fenómenos celestiales que están volviéndose cada vez más turbulentos. Y razón no les falta, imagínese que va manejando en el desierto y se aparece un remolino en el cielo del que, encima, cae un tipo que Ud se lleva por delante con la camioneta. 
 Suecede que un tiempo antes (flashback), más arriba la cosa no pinta bien porque Asgard, la morada de Odín (Anthony Hopkins), dios de dioses se ve amenazada por traiciones ocultas, a pesar de ser un día festivo en el que supuestamente se coronará a Thor (Chris Hemsworth) como el nuevo dios celestial, mientras que su hermano Loki (Tom Hiddleston) respeta; pero tiene cara de no gustarle ni un poquito.
La soberbia y la altanería de Thor desencadenarán la Ira de Odín quien lo destierra a nuestro planeta hasta que aprenda a ser humilde (Mire a dónde vino a parar para aprender).

La trama tiene conflictos más complejos aún pero es justamente lo que es más disfrutable y muy bien manejado por Kenneth Branagh que ya incursionó en dramas y tragedias de estas proporciones con sus versiones de Henry V y Hamlet. 
Junto con los rubros que mencioné antes, es imposible no entretenerse con estas casi dos horas de espectáculo visual que seguramente será uno de los hits del año y que ya anuncia una secuela. ¿No me cree? Quédese en los títulos hasta final y después me cuenta.

THOR
Thor (USA, 2011)

Dirección: Kenneth Branagh

Guión: J. Michael Straczynski y Mark Protosevich (basados en el cómic creado por Stan Lee, Larry Liebre, Jack Kirby)

Montaje: Paul Rubell

Fotografía: Haris Zambarloukos

Musica: Patrick Doyle

Reparto: Chris Hemsworth, Tom Hiddleston, Anthony Hopkins, Natalie Portman, Stellan Skarsgård, Kat Dennings, René Russo y elenco

martes, 26 de abril de 2011

EL GATO DESAPARECE


Luego de un evento violento en el que Luis (Luis Luque) golpeó a su amigo y colega de la Universidad por considerar que se apropió de un proyecto (y en el mismo brote sicótico alguna amenaza a su mujer), los peritos especialistas y doctores deciden darle el alta del tratamiento neuropsiquiátrico y de su internación en el nosocomio.
El Gato Desaparece. Suspenso y actuaciones muy logradas
La esposa de Luis, Beatriz, (Beatriz Spelzini) comienza los preparativos para recibir a su marido con algunos cambios en la casa. En ella ya no están los hijos desde hace tiempo; pero sí un gato (Donatello) que, una vez llegado su dueño, lo rechaza violentamente y luego desaparece misteriosamente. Beatriz encara una intensa búsqueda de la mascota por parte de ella que se convierte casi en una obsesión a medida que va creciendo su paranoia por algunas actitudes diferentes que ella ve en su marido recuperado. Hay algo sospechoso.

Yo fui a encontrarme con los elementos hitchcockianos con los que me la habían decorado. Compararlos sería casi una herejía pero algo hay.
En El Gato Desaparce me encontré con una lejana, lejanísima referencia a La Dama Desaparece (The lady vanishes, 1938) si, hilando fino, comparo las búsquedas obsesivas (de la mascota en este film y de la viejita en el de Hitchcock) y el aumento de la tensión que estas provocan. También hay un gran manejo del McGuffin que inventó el maestro que en este caso es, justamente, el gato Donatello.

La película es, claramente, muy entretenida y en esto la dirección de Carlos Sorín juega un papel fundamental porque me fue llevando por el camino que él quiso hasta que me largó a volar solo y que yo saque mis propias conclusiones. Uno puede percibir que todo lo que se ve y se escucha está meticulosamente planificado, la elección de los planos tiene el acierto de dejar que los personajes se muevan en un mundo recortado para el espectador, pero no para ellos. Como provocando el deseo de ver mas allá de los encuadres tratando de descubrir algo más.

Para lograr esta tensión creciente, Carlos Sorín se apoyó en las estupendas actuaciones de todos, pero sobre todo de la dupla Luque-Spelzini que hacen vivir a sus personajes con una “luz” especial, casi propia.
La fotografía también tiene un trabajo crucial entre claros y oscuros y la música está cercana a aquellas partituras de las películas de misterio de los ’40 y ‘50, como un homenaje sonoro que además aporta mucho. Ahora, la compaginación es realmente la estrella de este relato con un timing muy especial, muy trabajado y que, definitivamente, deja entrever que el editor, Mahomed Rajid, conoce de qué se trata este género. Hay tanto de artesanal en El Gato Desaparece que hasta no parece hecha en estos tiempos. 

No quiero hablar del final (además hay un título al principio de la película que pide no hacerlo), pero es en donde yo encontré las hilachas que pone en tela de discusión todo lo mostrado hasta ese momento. Lo cual, por cierto, es más que opinable y no debería influenciar para nada en la elección de ver esta película muy bien realizada por Sorín, quién demuestra que no es cuestión de presupuestos sino de tener un guión sólido y saberlo llevar adelante. De lo mejor del cine de acá en este año.

EL GATO DESAPARECE
(ARGENTINA, 2011)

Dirección: Carlos Sorín

Guión: Carlos Sorín

Montaje: Mahomed Rajid

Fotografía: Julián Apezteguía

Música: Nicolás Sorín

Reparto: Luis Luque, Beatriz Spelzini, María Abadi, Norma Argentina, Hugo Sigman y Elenco.  

sábado, 23 de abril de 2011

HOP: REBELDE SIN PASCUAS

Faltaba.
Faltaba una película sobre el conejo que regala chocolate y como se hizo muy poco en la historia del cine, el campo para el guión es amplísimo, enorme. Lo suficientemente grande como para que después de tomada la decisión principal, que es; si se aborda desde lo religioso o no, haya lugar para mucha creatividad, inventiva, originalidad, en fin… todo lo que se puede hacer con cualquier arte.
E.B. Un conejo de pascuas que no hace su entrega
A mi me daba igual siempre y cuando no se mezclara Charlie y la Fábrica de Chocolate con alguna de Papá Noel (o Santa Claus), iba dispuesto a dejarme llevar. A disfrutar de guionistas que no cayeran en lo obvio. “Mi Villano Favorito” (y antes “Horton y el mundo de los Quién”) tienen dos guionistas interesantes como Cinco Paul y Ken Daurio. No para poner nervioso a nadie de Pixar, pero sí para llamar la atención. Con Hop ya estrenada, cualquiera de la competencia puede descansar tranquilamente.

Si es por lo predecible, la mezcla que mencioné anterior es casi literal, pero ademas el conejo protagonista se llama E.B. (siglas para Easter Bunny –conejo de pascua en inglés-) ¿Hay algo mas obvio que eso? Sí, hay. Adivine en qué isla vive el conejo de Pascua…
¿Y como reparten los huevos de chocolate? Bueno, si Santa Claus tiene un trineo de madera tirado por renos, el conejo tiene un trineo en forma de huevo tirado por pollitos amarillos que cantan. Y bueh…

E.B. está en su mundo junto a su padre, quién ve y escucha sus habilidades con la batería. El conejo repartidor, viendo que hay ideas raras lo lleva a recorrer la fábrica de huevos y a mostrarle todo lo que E.B. va a manejar cuando sea grande y tome su lugar. Pero E.B. no se halla con esto de repartir y prefiere escaparse para seguir su sueño de tocar la batería en una banda de rock, o sea, se niega a crecer y seguir la tradición.

Fred es un adolescente simpático que vive en su casa, de familia adinerada cuyos integrantes se toman todo el tiempo de una cena para indicarle al muchacho que ya está grande para la edad del pavo y que tiene que encontrar algo útil que hacer con su vida. Pero Fred no se halla con esto de ser responsable y tener un trabajo o estudio, él quiere encontrar su vocación acostado en la cama, o sea se niega a crecer y…

Estas dos historias así planteadas chocan literalmente cuando Fred va manejando y se la pone al conejo que estaba cruzando la calle. Lo levanta, lo lleva a su casa y ahí descubre quién es, no por luces propias que creo haber señalado que en su cerebro escasean, sino porque el conejo le habla y se lo dice. Se ayudarán mutuamente a lo largo de la película. Claro, como no hay conflicto tiene que haber un pollo en la isla que quiere ser el repartidor de dulces y que hará lo imposible para destronar a los conejos de tan humanitaria actividad.

Se filmó combinando la técnica de acción-vivo con animación computarizada. A lo Garfield, por poner un ejemplo técnicamente bien hecho. Buena fotografía (siempre esta combinación es un desafío), la música aporta ritmo y la edición va acorde con lo que le pide el guión.
Por esto y por su sencillez, entiendo que los chicos la van a pasar bien. 
A Ud, le quedará la anécdota de un chiste, al principio, en donde E.B. le discute al padre que no está tan bueno ir por el mundo repartiendo chocolate. En seguida se inserta una escena con una china persiguiendo al conejo con una escoba. Luego vuelve al presente y Papá Conejo de Pascuas dice: “Todavía no corregimos a China”. Mire Ud qué bajada de línea. Espero que tenga la suerte de que a su hijo le pase desapercibido y no termine en un café hablándole de Comunismo vs. Capitalismo o peor aún, de confrontaciones religiosas.   

Faltaba una de pascuas pero, ¿Hacía falta esta?


HOP, REBLEDE SIN PASCUA
Hop (USA, 2011)

Dirección: Tim Hill

Guión: Cinco Paul y Jen Daurio

Montaje: Pete S. Elliot y Gregory Perner

Fotografía: Peter Lyons Collister.

Música: Christopher Lennertz.

Reparto: James Mardsen –doblado por Oscar Flores-, Russell Brand –doblado por Benny Ibarra-, Kaley Cuoco –doblada por Carla Falcón-, Hank Azaria –doblado por Leonardo de Lozanne y Eduardo Garza-, Hugh Laurie –doblado por Benny Ibarra Sr-, David Hasselhoff –doblado por Juan Alfonso Carralero- y elenco.

viernes, 22 de abril de 2011

LA CHICA DE LA CAPA ROJA

Buenas, sírvase otro trago.

Escuché por ahí que el cuento real de Caperucita roja es en realidad muy tétrico y que siempre conocimos la versión liviana. Pues no. Siempre fue el mismo cuento. Caperucita ama a su abuela, la madre la manda con una canasta y le dice que no se distraiga, se encuentra al lobo que la manda por el camino mas largo, se manduca a la abuela, hacen el versito de las partes de la cara tan grandes y cuando está por ser ingerida, aparece un leñador que le abre la panza y saca a la abuela que todavía está viva.
   
Una caperucita sin sorpresas en la canasta
El tema era ver cómo la directora de Crepúsculo, se las arreglaba para convertir este cuento en algo que le llegue al público joven que, sensible a problemáticas tales como que un vampiro se enamore de su comida, seguramente estará dispuesto a ver que pasa con la muchacha de caperuza roja.
 
Desde los títulos en adelante, Catherine Hardwicke, y el guionista David Johnson se ocupan de realizar un esmerado y sentido homenaje a la incoherencia. Y detrás de ellos, algunos de los rubros técnicos.
La película arranca con una espectacular toma aérea de nevadas montañas, para ir bajando a un vasto, kilométrico, inmenso, gigante y extensísimo bosque en el medio del cual (y desconectada del resto del planeta) se levanta una pequeña aldea de leñadores que trabajan arduamente con la madera. Acá habrá un paneo por las cabañas donde viven, que parecen hechas con la misma estética y del mismo material que un pelotero de McDonald´s aunque por dentro se ve que usaron madera de verdad. 
De todos modos, a pesar del tipo de trabajo que hacen,  nadie parece muy agitado en la aldea y en esto ayudó mucho la gente de maquillaje que estuvo en el set sólo los días en los que había que ponerle un poco de sangre o alguna magulladura a alguien. Con decirle que, salvo el lobo, todo el mundo tiene la sonrisa de la propaganda de Colgate, pero bueno, esto no es lo importante.

Lo importante es que desde hace años, el lugar es acechado por un hombre-lobo (que se ve poco y se escucha un montón) que por supuesto hace de las suyas cada vez que la luna está llena. Los aldeanos se encierran en sus casas y dejan ofrendas como lechoncitos vivos y otros seres con los que pretenden saciar la sed de carne de la bestia.
A todo esto Valerie o sea, Caperucita (Amanda Seyfried), está enamorada de un leñador al que conoce de chica con el cual, fíjese que no la dejan casarse. No. Le dicen que se tiene que casar con un joven de alta alcurnia y evitar al otro de clase baja. Diferenciación que es cómo mínimo curiosa en una aldea que no parece en ningún momento que tenga más de cincuenta casas. Acá es donde parece estar el conflicto, pero el joven adinerado es más bueno que el Quaker y jamás confronta. 
Como el guinista se debe haber dado cuenta que no había conflicto, el día anterior al primer día de rodaje, inventó un fábula que sólo puede justificarse con diez litros de bourbon en el cuerpo inyectados en forma intravenosa.

Inesperadamente, (por los aldeanos, no por el espectador) el hombre-lobo se cobra una víctima que es la hermana de Valerie, así que todo el mundo caza su hacha y sale en busca del licántropo al que aparentemente matan.
No es por aumentar el morbo de nadie, pero en la fiesta que se arma por la victoria, el leñadorcito y caperucita están muy cachondos en un granero. El momento justo para que uno piense “¿En serio se la van a copular a Caperucita Roja?”. 
Todos parecen pasarla bien hasta que llega El Padre Solomon (Gary Oldman), quien fue llamado por el Padre Auguste (Lukas Haas), un sacerdote que le tiene miedo a todo. Al Lobo, a la gente, a hablar frente a las cámaras y a actuar.
El padre Solomon no se anda con chiquitas, aparece con cuatro hombres de raza negra que en plena Europa del siglo XVII, hablan como Snoop Dog pidiendo un pancho. Pero lo mejor de todo es que la brigada se aparece con, tirado por caballos, un elefante de metal (¿¡¿¡Perdón?!?). Como lo leyó, mi querido amigo. Un elefante de metal que sirve como elemento de tortura si abren la tapa y meten a alguien adentro, cierran y prenden una fogata debajo de la panza. El cura Solomon llegó para quedarse hasta atrapar a la bestia que según su teoría todavía está viva y es uno de los aldeanos. 

Lo que sigue después está dentro de esta tesitura. La abuela de caperucita existe pero vive en una cabaña alejada de la aldea y no es muy sociable que digamos. Sí la quiere mucho a la nieta a la que le regala una capa con capucha roja que debe estar tejida con chicle porque a medida que pasan los minutos se estira cada vez más. No falta la escena de los ojos tan grandes que tiene la abuela que es la antología del ridículo.
La banda de sonido y la fotografía son lo único que sobresale en esta propuesta que, para mí, se tomó demasiado en serio siendo una historia que está tan clasificada como infantil en el inconsciente que el contraste con esta película resulta risueño. Igual…si se siente demasiado curioso…   

LA CHICA DE LA CAPA ROJA
Red Riding Hood (USA, 2011)

Dirección: Catherine Hardwicke

Guión: David Johnson

Montaje: Nancy Richardson y Julia Wong

Fotografía: Mandy Walker

Música: Alex Heffes y Brian Reitzell

Reparto: Amanda Seyfried, Amanda Seyfried, Gary Oldman, Billy Burke, Shiloh Fernandez, Max Irons, Virginia Madsen, Lukas Haas, Julie Christie y elenco

UNA ESPOSA DE MENTIRA


Buenas, tome algo.

¿Vio cuando está en una situación en donde algo le es muy familiar? O en el caso de una película, mientras la está viendo (disfrutándola o no) piensa: “Esto me suena de algún lado”? ¿No le pasó alguna vez? Bueno, me pasó a mí con Una Esposa de Mentira. El guión se iba desarrollando y yo decía: che, yo la ví a esta. O vi algo muy parecido.

Una Esposa de Mentira. Casi remake.
Ese misterioso aire a deja-vú se develó en los títulos. La película termina y ahí están en los créditos los autores; la película y la obra en los que esta comedia esta basada.
En 1984 (total estoy comentando sobre un arte en el que se cuentan historias; por qué no habría de aportar la mía), en un video club de San Pedro, alquilé Flor de Cactus de Gene Saks. Comedia muy divertida de 1969 que le valió el Oscar a mejor actriz de reparto a una jovencísima Goldie Hawn y que además tenía al genial Walter Matthaw y a Ingrid Bergman como protagonistas. Me encantó aquella vez y quizás sean las sutilezas de ese guión que están aquí presentes, las que hacen que Una Esposa de Mentira sea esencialmente entretenida (salvando las distancias entre Adam Sandler y Walter Matthaw ¿No es cierto? Creo que ni falta hace aclararlo)
Pero quédese tranquilo, no voy a compararlas. Sólo quería compartirle que esta es otra comedia de enredos en la que hay que hacer algunas concesiones para poder disfrutarla pero, en definitiva, Flor de Cactus necesitaba de lo mismo.

Lo tenemos a Adam Sandler en la sexta película que hace con este director, Dennis Dugan y que, aparentemente, no lograrán superar lo que juntos hicieron en No Te Metas Con Zohan. Será por eso que metieron a Jennifer Aniston y hasta le bancaron alguna escena en la que su agente habrá pedido que se la muestre en bikini con todos las curvas y abdominales en su lugar. Qué linda que es Jennifer Aniston!

En fin, lo que quedó de Flor de Cactus es esencialmente algo de la estructura narrativa y algo de los personajes.
Danny (Adam Sandler) está por casarse con una chica, digamos promiscua. No sé si por que ella es así o su promiscuidad nace de darse cuenta que está a punto de casarse con un tipo que va a ser doctor pero que tiene una nariz de esas que interrumpen la visión de cualquier paisaje. Como fuere, Danny se entera de esto, cancela todo y se va al bar a emborracharse. En ese bar, descubre el poder de levante de un anillo de casado en dedos de un soltero y su vida cambia.
Convenientemente se hace cirujano plástico, se hace una rinoplastia (o sea le devuelve al departamento de maquillaje la nariz de látex que le hicieron para la secuencia anterior) y se pone a ejercer en su consultorio en compañía de su asistente Catherine (Jennifer Aniston). Sigue con el levante que le proporciona el verso del anillo de soltero, pero no tardará en conocer a Palmer (La debutante y despampanante Brooklin Decker) que lo deja flechado. A él, a Ud, a mí y a toda la platea. Y que además se convierte en el disparador para que Danny haga cualquier cosa para estar con ella. Y cuando digo cualquier cosa soy literal. Por ejemplo ir a Hawai llevándose a… Bueno, concédame que prefiero no contarle esto que justamente es lo que clasifica a ésta como una comedia de enredos. Y para que este tipo de comedia funcione sin hacer agua, los personajes tienen que estar muy bien delineados para que las decisiones que toman (para enredarse) sean creíbles.
Esta comedia funciona porque, la esencia de Flor de Cactus está presente, aunque no pida los simbolismos que se podían ver en aquella. Como no me puse exigente, tuve varios pasajes en los que me reí mucho y algunos que sentí que podían no estar y la cosa no cambiaba mucho.

Adam Sandler sigue haciendo papeles de buenito-tontito-pobrecito con más o menos intensidad según quién escriba el guión. Y no le va mal, hasta se podría decir que tiene su estilo; pero como los actores de comedia son amados u odiados sin términos medios, si Ud es uno de los que cuando se habla de él en una reunión grita: “No me lo banco”, esta película le va a dar mas argumentos a su favor, en cambio; si la cosa no pasa por Sandler, sino por si está bien hecha o mal hecha (me incluyo en este pensamiento), entonces debo decir que habiendo dejado las preguntas en mi casa, me divirtió lo suficiente como para salir del cine recordando un par de gags con los que sonreía en el camino de regreso. No es poco.    
 
UNA ESPOSA DE MENTIRA
Just Go With It (USA, 2011)

Direccón: Dennis Dugan

Guión: Allan Loeb y Timothy Dowling (basado en la adaptación de Abe Burrows de la obra “Flor de Cactus” de Pierre Barillet y Jean-Pierre Grédy

Montaje: Tom Costain

Fotografía: Theo Van De Sande

Música: Rupert Gregson-Williams

Reparto: Adam Sandler, Jennifer Aniston, Nicole Kidman, Nick Swardson, Brooklyn Decker, Bailee Madison, Griffin Gluck, Dave Matthews y elenco.

jueves, 21 de abril de 2011

EL HOMBRE QUE PODIA RECORDAR SUS VIDAS PASADAS


Una fábula / leyenda sobre la que está bueno saber antes
Que increíble. 
Mire que he visto cosas raras en cine pero como esta...
Yo no diría que voy a cometer un sincericidio en este momento, mas bien me gusta pensar que las próximas líneas son para establecer un vínculo de confianza entre UD y yo.
Mi tío me dijo una vez, que si no sé algo, la mejor manera de empezar a aprenderlo es admitiendo que no lo sé.
Sin entrar en cuestiones filosóficas que no vienen al caso, la película El Hombre Que Podía Recordar Sus Vidas Pasadas, superó claramente mis conocimientos, al punto tal de reconocer que hay miles de simbolismos, tanto visuales como auditivos, y por ahí sé cuales son, pero no tengo idea de qué quieren decir.

Para entender esta película, mi instinto me pidió indagar en fábulas tailandesas (o de Laos o Camboya) por un lado y leer sobre budismo por otra. Aunque sea algún libro para principiantes.
El mismo instinto me dice que sin esa información básica, comentar esta película sería una falacia. Sería mentirle descaradamente porque Ud va a pensar que estoy hablando con fundamento y créame: hay, en este medio (como en todos), mucho chanta que va a tratar de desviar su atención poniendo énfasis en otros aspectos sin ir al grano.

Así que yo voy al grano:

No entendí casi nada de El Hombre Que Podía Recordar Sus Vidas Pasadas; pero la vi. Completa, entera. No me perdí ni un fotograma y puedo, con mi escaso conocimiento, decir que, A MI ENTENDER, se trata de un hombre que sabiendo que se va a morir (y supongo que porque cree en la reencarnación), empieza a transitar el camino hacia su próxima vida yendo al lugar en donde se inició la primera de todas (porque puede recordar sus vidas pasadas).
Mientras tanto, con lo que queda de su familia, mas el fantasma de su esposa y una criatura en la que mutó su hijo; va cuestionando su pasado en busca de entender su karma. Y hacia el final hay un cuestionamiento al budismo por parte de un joven monje que lo que quiere es menos claustro y rezo, y mas comida chatarra y música pop.

Ahora bien, si UD tiene un conocimiento básico de la cultura tailandesa y budista, sabe mucho más que yo y podrá decir que no entendí un pepinillo sin que yo oponga resistencia. En todo caso (y con mucho gusto), me sentaré en su mesa del bar y escucharé atentamente a lo que tenga que decir.  

Voy a lo visual (acá sí puedo comentar con un poco más de fundamento): Salvo que sea un problema de la copia que vi, la dirección de fotografía es, como mínimo, deficiente.
Las tomas-secuencia son largas, propias de un cine que intenta contar en imágenes mas de lo que estas pueden transmitir, son eso: largas.
Por otro lado, hay una escena hipnótica que es la de la criatura / mono que aparece como una sombra en medio de la selva. Un mérito de la dirección de arte.

De los actores no puedo decir mucho ya que no sé lo que están interpretando, pero tengo la sensación de que las acciones que realizan tienen una impronta muy natural y que eso le aporta a lo que se cuenta.

Admito que todo lo que tengo para decir es esto y que me da bronca no entender una película; pero la idea es sincerarme con Ud, caro lector, y no pretender esconder lo que no sé detrás de un montón de datos que no dicen nada. También me reconozco intrigado y que apenas sepa algo mas, aunque sea en muy breves líneas, lo voy a ir aportando. A su salud.
Punto.

EL HOMBRE QUE PODIA RECORDAR SUS VIDAS PASADAS
Loong Boonmee raleuk Chat (TAILANDIA, REINO UNIDO, FRANCIA, ALEMANIA, ESPAÑA y HOLANDA, 2010)

Dirección: Apichatpong Weerasethakul

Guión: Apichatpong Weerasethakul

Montaje: Lee Chatametikool

Fotografía: Yukontorn Mingmongkon y Sayombhu Mukdeeprom

Música: (sin partitura original)

Dirección de Arte: Akekarat Homlaor

Reparto: Thanapat Saisaymar, Jenjira Pongpas, Sakda Kaewbuadee, Natthakarn Aphaiwonk, Geerasak Kulhong y elenco.

sábado, 16 de abril de 2011

BAFICI 2011 ganadores, comida chatarra y puchero de películas

Corridas, horarios, cortos, largos y medios. Nivel regular en BAFICI
Con el resultado puesto es fácil hablar, dirá UD; pero ya finalizado el BAFICI 2011 me molesto simplemente en recorrer, en pocas líneas, lugares y películas que me tocaron ver en lo que ya he dado en llamar el BAFICI mas flojo en calidad de películas de los últimos años. El BAFLOJO, si me permite y conste que fui con los ojos y la cabeza abierta. La prueba está en las espantosas películas premiadas de este año pero eso es otra cuestión que tiene que ver con el gusto del Jurado. Créame que hubo mejores películas que las ganadoras.

Anduve por el mítico Cine Cosmos, el Atlas Santa Fé (que sigue intacto) la preciosa sala 25 de Mayo en el barrio de Urquiza, en la Sala Lugones del San Martín y por supuesto, la mayoría del tiempo en el Hoyts Abasto, comiendo chatarra, tomando agua en la sala de prensa y corriendo de acá para allá para llegar a todas las que pudiera. Muchas, muchas, muchas horas de cine que, insisto, me dejaron la sensación de un contenido de mediocre para abajo aunque sí debo decir que por supuesto no vi los 483 títulos que se proyectaron. Vi  56 películas, 48 de las cuales fueron largometrajes o sea mas del 15% del total de largos exhibidos (307). No es poca cosa viejo. Sobre todo teniendo en cuenta las cifras oficiales que insisten en más de 300.000 espectadores aunque debo decir que no parecieron ser tantos.

A lo nuestro. Van un par de líneas por título para compartir con usted lo que a mí me pasó con los filmes en cuestión.

Para empezar, vi las 19 películas en competencia Internacional. Helas aquí.

QUE DESCANSEN EN LA REVUELTA (FIGURAS DE GUERRA) (de Sylvain George): La ganadora de este año, un documental con un ritmo de montaje cansino y aburrido que se mete en el seno de los indocumentados para retratar una vida miserable y de destino incierto. Tiene valores, seguro, pero se vuelve redundante.

TILVA ROS (de Nikola Lezaic): Película que intenta fallidamente y con pocas señales, mostrar el contraste de la generación birra-skate de hoy y la generación trabajadora en una ciudad industrial que sucumbió a las políticas económicas y dejó fábricas abandonadas ahora convertidas en improvisados courts para skaters. Lenta.

AT ELLEN’S AGE (de Pia Marais): Arranca bien y luego se cae a pedazos. La directora propone a una mujer azafata que ante la confesión de su novio (va a tener un hijo con otra) le agarra un ataque de pánico y comienza a recorrer un camino por lugares y situaciones poco comunes. Pero en vez de dirigir la película, le suelta la cuerda y el personaje y el guión termina con rumbo incierto a ritmo de tomas secuencia eternas.

LA VIDA ÚTIL (de Federico Veiroj): Lindo mediometraje sobre la actualidad de una filmoteca, que empieza a sucumbir a la era digital al igual que su programador y proyectorista que debe enfrentar la nueva realidad. El director se las arregla con poco para emocionar si caer en golpes bajos o lugares comunes. Linda, linda.

ATTENBERG (de Athina Rachel Tsangari): Interesante propuesta sobre una mujer casi frígida que vive el descubrimiento del sexo a nivel físico contrastado con una actitud primitiva. Un lindo juego actoral de las actrices que separan los estados de ánimo en su propio camino de juegos de clown en donde el color blanco no es precisamente de pureza.

YATASTO (de Hermes Paralluelo): Documental de recursos remanidos que planta la cámara para retratar a cartoneros de un pueblo de Córdoba. Nada nuevo pero encima repetido.

LA ESPADA Y LA ROSA (de Joao Nicolau): Un arranque demoledor, gracioso, bien actuado y cantado con un tipo que recibe al recaudador de impuestos. Después de esos primeros 4 minutos, el director juega a ser Jarmusch y le sale tan horrible, lenta y sin sentido que parece mentira que haya llegado a este o cualquier festival. Una estafa.

LAS MARIMBAS DEL INFIERNO (de Julio Hernández Cordón): Con momentos muy logrados y con una buena banda de sonido, el director conecta a dos músicos, un marimbista y un violero de la vieja guardia del Heavy Metal que, en las malas, tratan de salir adelante juntos. Parece joda que diga esto  pero, se cae en ritmo aunque no deje de ser interesante.

NORBERTO APENAS TARDE (de Diego Hendler): Una mirada fina y sutil sobre las formas de encarar la búsqueda de desafíos, de la propia esencia y del precio a pagar por encontrarse a uno mismo a través de lo que le pasa a Norberto a partir de ver una obra de teatro. Como director, Hendler parece todo el tiempo saber lo que quiere contar y lo logra.

LA BALADA DE GENESIS Y LADY JAYE (de Marie Losier): Una película extraña de personajes extraños que uno no sabe si amarlos o rechazarlos. Todo parte de la vida de Génesis, el fundador del rock industrial under que, junto a su mujer, encara una transformación física que los una en una suerte de constant concept.

HOUSEHOLD X (Kôki Shosida): Sin los trabajos actorales, reconozco que esta película sobre miembros de una familia que eligen consciente o inconscientemente mantenerse casi incomunicados, me hubiera provocado un ataque de bostezos. Una cámara que se va transformando en testigo de la desintegración.

EL ESTUDIANTE (de Santiago Mitre): Una pequeña joyita con un aroma especial a éxito en las salas cuando se estrene. La cámara del director nos mete en el corazón de la universidad pública para descubrir la pasión por la militancia y el encuentro cara a cara entre las ideas y las prácticas políticas. Todo a través de Roque, un chico que llega del interior para estudiar y descubrir (se). Una mancha que tiene la película es un inseguro uso de la narración en OFF, totalmente innecesario porque el director ya había contado muy bien con imágenes lo que después parece necesitar aclarar.

OS MONSTROS (de Guto Parente, Luiz Pretti, Pedro Diógenes y Ricardo Pretti): Un espanto. Aburridísima película, larga, pesada, lenta, con una puesta que tiene el vuelo artístico de cualquier informe de Majul, para meternos a testigos del proceso creativo de cuatro músicos con intenciones de vivir de lo que les gusta. Un somnífero.

LAS CUATRO VECES (de Michelangelo Frammartino): Sin dudas la intención de plasmar el ciclo de la vida a partir del recorrido que el alma hace desde un viejo que llegó a sus últimos días, pasando por una cabra y un árbol que eventualmente vuelve de donde vino. Tomas largas, laaaaaaargas, laaaaaaaaaaaaaaaaaargas, que no cuentan nada y que a veces hasta juegan en contra.

MORGEN (de Marian Cristian): Película interesante, algo falta de ritmo, que cuenta a través de sus dos personajes, el difícil pasaje de fronteras en Europa y la falta de flexibilidad ante leyes que parecen sectorizar aún mas a la gente, sólo queda la solidaridad a pesar de las diferencias étnicas. Momentos de buen humor gracias al guión y a actuaciones sólidas.

MERCADO DE FUTUROS (de Mercedes Alvarez): Una de esas películas que, en lugar de aprovechar una buena idea sobre la vida de los objetos para plasmar un concepto en la compaginación que ayude a transmitir la propuesta, la directora elige angulares y silencios que le quitan vida útil a la s imágenes. Como si estas fueran parte de los objetos que se muestran y su suerte.

LA LISIÈRE (de Geraldine Bajard): Lejos la peor de la muestra y eso que tiene unos 10 minutos iniciales que se codean con la intriga, algo de tensión sexual y la complicidad de una fotografía que deja todo en cierta inquietante oscuridad. Luego la propuesta no crece y tanto el guión como los personajes rozan el ridículo y el sinsentido al punto tal que nadie, ni la directora, sabe muy bien qué están haciendo ahí en el set. Pésima.

WASTED YOUTH (de Argyris Papadimitropoulos y Jan Voguel): Vidas distintas en un mismo lugar agitado, revuelto y tenso como Atenas. Un padre que trata de ganar algo como pueda y un pibe que hace skate con sus amigos con las ruinas como marco decorativo. Tiene más de un punto en común con Tilva Ros y sinceramente, eso no es bueno. Aunque sí es verdad que hay una fotografía y un montaje bastante más clásicos.

SHELTER (de Dragomir Sholev): Junto con El Estudiante y Attenberg, esta es de lo mejorcito dentro de una selección mediocre. También está la situación actual en una Bulgaria post comunismo que todavía tiene en la sociedad, esas miradas y esos tabúes que por suerte quedarán estancados para darle paso a generaciones nuevas. Todo en el marco de un nene de 12 años que, entrando en la adolescencia,  comienza a independizarse de la rigidez de su educación.

Bien, ahí las de competencia y más abajo algunos de los trabajos que vi, también en dos o tres líneas para entrenar el poder de síntesis que, en general, no tuvieron las películas internacionales.            

CARTAS A ELIA: Precioso documental de Martin Scorsese y el crítico Kent Jones sobre Elia Kazan. Un Scorsese que desde el corazón explica al genial director y revela cómo es que viendo su cine, descubrió su vocación de cineasta.

AMATEUR: Un hallazgo de Diego Frenkel que se coloca en contador de cuentos para entender la llegada del cine amateur en súper 8. Una primera parte con mucho ritmo y risas del corazón.

DAY IS DONE: Es experimental, pero experimental de esas que tienen una idea clara desde el principio. Hay que bancarse 90 minutos de una cámara quieta y fija en una chimenea industrial y un montón de mensajes de contestador que van construyendo una historia. La música y la dirección de Fotografía me dejaron con la boca abierta.

CANCION DE AMOR: esta película es el espanto de ver cómo un experimento parte de la cabeza de una directora que debe pensar que el cine se inventó ayer y que uno prende una cámara y la película se hace sola. El logro es hacer que 58 minutos parezcan la eternidad y que mirar las imágenes sea un castigo con saña.

IL GATOPARDO; AMERICA-AMERICA, METROPOLIS (restaurada) y YO TE SALUDO MARÍA y PASION: Lujos, pequeños lujos que todos los años se ofrecen en el BAFICI. La hermosa oportunidad de poder ver cine clásico y de autor clásico. Goddard, Kazán, Murnau y Visconti. 10 Puntos.

DAVID O’REILLY (Obras Completas): Brillante muestra completa de David O’Reilly. Un hombre que metido a la animación estilo Atari, plasma la visceralidad de sus criaturas a partir de un vínculo permanente con las sensaciones a flor de piel. La soledad, el abandono, la frustración, las relaciones entre parejas y el desamparo son los ejes en los que los personajes (híbridos, animales inventados o simples objetos) se mueven para lograr un humor muy profundo basado en la simple y meticulosa observación del mundo.

NOSTALGIAS DE LA LUZ: Excelente muestra de un inhóspito lugar del desierto de Atacama a donde llegan astrónomos de todo el mundo para observar el cielo proyectado sobre esa superficie de sal. Mirar el pasado en el presente para aprender a construir el futuro. Una joyita. Las tomas de la Vía Láctea me dejaron boquiabierto.

MAMMUTH: Gerard Depardieu brilla en esta road movie en la que subido a una moto vieja recorre caminos en forma incesante en una búsqueda que se va revelando de apoco en un relato bien contado. Hay una conexión entre el actor y la espiritualidad de su gesta que se siente en toda la película.

ESSENTIAL KILLING: La ganadora del Festival de Mar Del Plata 2010, también desembarcó en el BAFICI y bien merecería que se estrene de una vez porque es una historia muy bien contada y con una constante tensión en la narración de un escape en la nieve.

UN VENENO VIOLENTO: Los cuestionamientos ante la confirmación religiosa, aparecen en un momento en la vida de una adolescente a la que comienzan a sucederle cambios propios de la edad en el seno de una familia en la que no se siente contenida. Tiene climas muy logrados a pesar del intento de tomas largas que a veces no logran sacar a la actuación mas que una posición estática.

31 MINUTOS, LA PELÍCULA: Ahora que la vi, insisto desde mi lado en que se estrene porque estos Muppets Chilenos son muy divertidos y traen un lindo contenido mientras se va sucediendo el viaje en el que se embarcan.

UN AÑO SIN VERANO: Es verdad. El director Malayo de esta película eligió dos estéticas casi opuestas para juntar dos historias que tienen en común la realidad cruda aquel país. Pero después se hace todo cuesta arriba porque entender esto desde el principio va en desmedro del ritmo cinematográfico y todo se hace muy lenta.

Y acá paro porque el resto me pareció decididamente malo y calculo que será arduo. Un último esfuerzo sería ponerme a recordar cual de estas que quedan, de las que vi, era la peor pero es que, justamente estoy tratando de olvidarlas a todas. 


GANADORAS:

Competencia Internacional:

Mejor Película competencia Internacional: Qu’ils reposent en révolte (des figures de guerres) – FRANCIA- de Sylvain George

Mejor Director Competencia Internacional: Attina Rachel Tsangari por Attenberg

Mejor Actriz: Jeanne Ballibar por At Ellen’s Age

Mejor Actor: Jorge Jelinek por La Vida Útil

Premio Especial del Jurado: El Estudiante de Santiago Mitre

Mercado de Futuros, Las marimbas del infierno y Os Monstros obtuvieron menciones especiales.

Competencia Argentina:

Mejor Película Competencia Argentina: El Camino del Animal

Mejor Director Competencia Argentina: Román Cárdenas por Las piedras (no la vi).

Competencia Cortometrajes:

“El juego” de Benjamín Naishtat (Argentina / Francia)
“Soy tan feliz” de Vladimir Durán (Argentina)
“La fiesta de casamiento” de Gastón Margolin y Martín Morgenfeld (Argentina)

Competencia Cine del Futuro

Mejor Película: Year Without Summer de Tan Chui Mui (Malasia)

Distinción Especial a la mejor película Argentina en Competencia: Yatasto de Hermes Paralluelo.

Premio FEISAL: El Estudiante
Premio ADF: El Estudiante

Bueno, eso fue todo por este año en el BAFICI. Un dejo de sensación a poco público, ningún material nuevo que vaya a cambiar la historia y un cuestionamiento a la selección de material. Sobre todo el de competencia Internacional en donde tuve más decepciones que alegrías. Hasta luego.

viernes, 15 de abril de 2011

LOS MARZIANO


El gran desafío de retratar las distancias
Dado el pasado estreno de Revolución, esto parece una coincidencia; pero aislando el contenido de Los Marziano, sigo teniendo la sensación de que hay una decisión errónea en la forma de difusión de la película.
Tanto en el afiche, como en el trailer se ofrece una cosa que la película en sí no tiene. Demasiado riesgoso en un cine Argentino que tiene un paso lento en la acepción de los espectadores. Porque una vez oscurecida la sala, eso que se vio atractivo en el trailer después no sucede

No se trata de si está bien o mal hecha, tiene que ver con la venta de lo que se hizo y en este aspecto, una película argentina puede salir favorecida o perjudicada según las ganas del público de darle una chance a la espantosa, ridícula, obtusa, cerrada y remanida frase: “yo cine Argentino no veo”.

A ver…

Esto pasa en todo el mundo, también en USA, pero a diferencia de nuestra industria, ellos tienen miles de posibilidades de reivindicarse durante el año.
Esta etapa del cine Argentino es demasiado de autor todavía como para no estar atento a un trailer. O al menos como para que un trailer sea tratado como un tema menor. Ojo, nobleza obliga, sabemos que muchas veces, el contenido de un trailer no depende del director.

Lo que se ve en el caso de la campaña de difusión de Los Marziano es una posible comedia con Guillermo Francella y más aún en la superficie, una comedia “Francellesca”, con todo lo que eso significa a favor en las boleterías; lo digo porque justamente, la película es todo excepto una comedia “A-la-Francella”.

Viviendo en lugares muy distantes uno de otro, Juan (Guillermo Francella) y Luis (Arturo Puig) hace mucho tiempo que no se hablan y además evitan hacerlo. En adición a que tienen una forma diferente de ver y vivir la vida, Juan le debe mucho dinero a Luis o por lo menos una cifra que se adivina difícil de saldar. La distancia no es sólo de kilómetros, como se puede apreciar. Delfina (Rita Cortese) trata de mediar entre ellos pero sin demasiado éxito, aún contando con la complicidad de su cuñada, la mujer de Luis (Mercedes Morán). Pero será la hija de estos, la que funcione como catalizador al querer festejar su cumpleaños e invitar a su tío a pesar de él y de su papá.
Dentro de todo este contexto, cada uno vive sus propios problemas. Juan tiene problemas en la vista, Luis se quiebra un brazo jugando al golf al caer en uno de los tantos pozos que supuestos vándalos cavan en el country en donde vive; y así otro tanto con otros personajes que van abriendo subtramas que a veces no quedan resueltas. O mejor expresado en la conferencia de prensa, pasan al plano de “lo no dicho”. Escasa excusa que, para quién escribe, es un error conceptual en la construcción de un guión. Una cosa es dejar un final abierto y otra muy distinta, dejar cabos sueltos. De esos que abundan en Los Marziano.   

Da la sensación de que hay, en la directora y guionista, una búsqueda de plasmar los vínculos familiares y sus intrincados vericuetos a partir de aceptar que cada uno de los integrantes, independientemente de su condición social, vive con sus propias miserias y frustraciones. Es innegable que esto se logra pero juega mucho al filo con este recurso del que hablaba antes. El discurso de “lo no dicho” le cabe a cualquier arte, pero en cine es más difícil esa propuesta, sólo por el hecho de existir el montaje. Porque con todos los recursos expresivos que tiene el 7mo arte, “lo no dicho” va en desmedro de lo que se puede “dar por entendido”. Una respuesta que no se da en un diálogo, así como un plano detalle, pueden torcer el rumbo y el destino de una película (vean El Ciudadano Kane si no).
Por eso la puesta en escena en el teatro es crucial y en el cine es un arma de doble filo. Porque la decisión de los planos en cine sí o sí tiene que aportar. Contar algo. No pueden ser un mero decorado estético. El plano detalle de un cigarrillo consumiéndose puede decir muchas cosas. ESO, depende del director. Y más aún si es guionista.  
Por otro lado, la dirección de actores en esta película juega un papel fundamental y claramente Ana Katz supo dirigirlos a todos. Todos tienen buenos trabajos y la directora, que viene del palo del teatro, sabe muy bien que el vínculo es fundamental y por esta razón, Los Marziano funciona bien.

La música es una pequeña joyita que apuntala gran parte de las escenas y la fotografía está acorde con la propuesta. Hay un gran trabajo en exteriores con este rubro. 

Aún con todo lo que me permito señalar y siempre recordando que una crítica o un comentario, es la única razón que NO hay que tener en cuenta para decidir ir a ver una película le digo: Vaya a verla, después vuelva a leer y hablamos.

LOS MARZIANO
Los Marziano (ARGENTINA, 2011)

Dirección: Ana Katz

Guión: Ana Katz y Daniel Katz

Montaje: Andrés Tambornino

Fotografía: Julián Apezteguia

Música: Sebastián Kramer y Nicolás Villamil

Reparto: Guillermo Francella, Rita Cortese, Arturo Puig, Mercedes Morán, Rebeca Deering y elenco.