sábado, 20 de agosto de 2011

El planeta de los simios: Revolución (Rise of the planet of the apes) USA, 2011


Buenas, tome algo. 

Es difícil hablar de esta película sin mencionar los antecedentes. Por si está confundido, NO. No es una remake de aquella de 1968 con Charlton Heston ni tampoco tiene nada que ver con la flojísima versión de Tim Burton de 2001. En todo caso la relación con ambas sería previa o sea una precuela. Pero en este caso no hace falta haber visto nada de lo anterior, sobre todo estando esta película en una instancia superadora. 
Andy Serkis como César. Brillante e imprescindible
Siendo esta una precuela, alguien podría preguntarse por qué se llama El Planeta de los Simios. En realidad, en la original, un astronauta se estrella en un lugar dominado por esta especie ultra evolucionada, para luego darse cuenta que en realidad está en el mismo Planeta Tierra devastado hace muchos años. Esta película viene a aclarar un poco como empezó todo. ¿Y como empezó? Con una revolución.
Desde el punto de vista del interés del espectador, quedaría saber si a esta nueva generación le puede interesar ver esta historia. Sería una lástima que así no fuera porque el director Rupert Wyatt realizó una de las mejores aventuras del año.
Fiel a la vieja escuela de narradores, Rick Jaffa y Amanda Silver (los guionistas de The Relic, 1997), escribieron un guión sobre la evolución de la especie y lo escondieron detrás de César, un chimpancé nacido de una madre de laboratorio inyectada con una droga que perseguía el fin de curar el mal de Alzheimer. El científico Will Rodman (James Franco) es el cerebro detrás de esta investigación e insiste con el proyecto probándolo en su padre (genial John Lithgow) quien padece esa enfermedad. Mientras, Will se hace cargo del chimpancé bebé, el cual irá evolucionando sorprendentemente.
Hasta aquí lo necesario de introducción. La excelente actuación gestual de Andy Serkis (que sirvió también para diseñar a Gollum en la trilogía de El señor de los anillos y a la última versión de King Kong) es fundamental en el crecimiento del personaje de César. La película es sobre él. Por eso la excelente dirección de Rupert Wyatt sabe detenerse en los detalles que van nutriendo la acción y el desarrollo de la historia, así como también guardarse ases en la manga para la sorpresa.
El ritmo narrativo es arrollador porque este director sabe como contar su historia y porque tiene de su parte al montajista Mark Goldblatt que en esto del cine pochoclo la tine clarísima con trabajos emblemáticos como las dos primeras Terminator, Armaggedon o la última de los X-Men.
Los efectos especiales, el diseño de arte y la fotografía están al servicio de la trama y no al revés. Algo poco común en Hollywood aunque suene paradójico.
Aún siendo la primera de una segura trilogía, El planeta de los simios: Revolución, se da lugar para trazar un paralelo con la lucha por la igualdad a partir del uso de la inteligencia y el razonamiento básico. Está muy presente la división de clases y condiciones pero sin que necesariamente signifique una bajada de línea. Con pocas pinceladas y mucha imaginación, podremos ver parte de la historia de la humanidad. No es poco para el cine pochoclero de los grandes estudios.

El planeta de los simios: Revolución
Rise of the planet of the apes (USA, 2011)

Dirección: Rupert Wyatt

Guión: Rick Jaffa y Amanda Silver

Montaje: Conrad Buff IV, Mark Goldblatt

Fotografía: Andrew Lesnie

Música: Patrick Doyle

Dirección de arte: Helen Jarvis

Efectos especiales: Tony Lazarowich

Reparto: James Franco, Freida Pinto, John Lithgow          , Andy Serkis, Brian Cox, Tom Felton, David Oyelowo, Tyler Labine, Jamie Harris y elenco

Duración: 105 minutos

Hablada en ingles con subtítulos.

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