jueves, 31 de marzo de 2011

EL MAL AJENO

Una de las ventajas que hay en el hecho de ver películas en funciones privadas, es que muchas veces pasa que las películas que veo sufren una postergación en la fecha de su estreno por lo cual, se puede postergar el comentario ya sea hablado o escrito, da lo mismo. Digamos que hay más tiempo para elaborar una reflexión. Una vez cada tanto, algo que se vio no se estrena nunca.
Le voy a ser totalmente sincero. Yo pensé que esta película no se iba a estrenar, pero los que se dedican hace años a esto, mucho antes que yo, evidentemente ven en los productos alguna veta comercial que uno como espectador no percibe. Escapa a mi capacidad de análisis.

Ahora, la parte que me gusta, o sea comentarle cada tanto lo que voy a ver al cine y qué sensaciones me dejó, eso sí que está mas cerca de “lo mío”.

El Mal Ajeno ¿Nadie piensa en nosotros che?
Las historias que se desarrollan en hospitales ya están demasiado teñidas de TV como para animarse a escribir un guión de cine que involucre a estos edificios. En serio le digo. Un guionista convencido de que este es el mejor lugar para desarrollar una historia no se encuentra ni con lupa. Y eso que no menciono ciudades o pueblos o playas en donde estén emplazados. No. El edificio en sí ya alcanza para que mi predisposición no sea la misma y tenga ganas de descargarme de otra manera. Así que ensayémoslo juntos.
A ver, cuando cuente tres y todos a la vez eh?

A la una… a las dos… y a las… Tres!!!

Todos: -¿¡¿¡Ootra película de médicos en un hospital!?!?-

Aaah! Fue liberador. Gracias.

Ahora, mas relajado puedo reflexionar. Veamos. Si fuera guionista ¿Qué podría movilizarme un montón para que se me ocurra una película situada en un hospital y cuyo conflicto se centra en uno o más médicos?

¿Enfermedades terminales? No.

¿Corrupción? Tampoco.

¿Intereses económicos? No. Tenemos siempre al mismo culpable.

¿Un policial o Una de suspenso? Tampoco. Cuando empiezan la persecuciones nunca hay luz y casi nunca hay gente excepto los dos que se persiguen.

¿Un drama sobre la realidad del hospital o la gente que trabaja en él o la que se hace atender? Mmm…

Ahorremos tiempo: Con ER Emergencias y Dr. House por un lado y Nueve Lunas y Mujeres de Nadie por el otro tenemos dos décadas cubiertas con todo tipo de guiones. Los que reflexionan y los melodramáticos; los bien actuados y los que no, etc, etc.

¿Entonces?...
La respuesta la tienen Daniel Sánchez Arévalo, guionista de El Mal Ajeno y Alejandro Amenábar, el productor, que no sólo no se le rió en la cara a Sánchez Arévalo cuando éste le leyó el guión, además le dijo que sí. Que la iban a producir. Y que el factor sorpresa iba a ser incluir un don sobrenatural al mejor estilo de milagros de Biblia. 

Este don tan especial (el don de curar con las manos) se lo dan a un médico al que le importa un bledo la vida de los demás. Ni siquiera la de los espectadores. Claro, si se lo daban a alguien al que sí le importaba, desaparecía lo único en este guión que se parece a un conflicto. Y hasta acá llego con contarle de qué se trata. Llámeme egoista pero prefiero olvidarla lo antes posible. 
Cada uno de los diálogos tiene el vuelo de cualquier frase de Piel Naranja (la cita a una tira de Migré no es aleatoria) y por momentos rayan lo ridículo aunque parezca que los actores se lo están tomando lo mas en serio posible. Para agregarle dramatismo, melodramatismo y más drama aún, los diálogos y las situaciones están enfatizados por una banda de sonido cuyos violinistas tocaron las dos mismas notas hasta para que los personajes vayan al baño y por una dirección de fotografía filtrada en azul para que hasta el living de la casa del médico se sienta como una farmacia.  

¿A qué voy con esto? No quiero decir que ya no se pueden hacer películas cuyos conflictos se desarrollen en hospitales porque sería una necedad, Sí se pueden hacer. Sólo me permito observar que El Mal Ajeno es uno de los casos que aporta para:

¡¡A la una… A las dos… Y a las…!!!!

EL MAL AJENO
España, 2009

Dirección: Oskar Santos

Guión: Daniel Sanchez Arévalo

Montaje: Carlos Agulló

Fotografía: José Inchaustegui

Música: Fernando Velásquez

Reparto: Ricardo Noriega, Belen Rueda, Angie Cepeda, Cristina Plazas, Clara Lago y elenco.  

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