sábado, 14 de mayo de 2011

PODER QUE MATA (Fair Game)


Penn y Watts en un buen thriller político
Según la gacetilla de prensa que tengo en mi mano, Doug Liman (el director de Sr. y Sra. Smith) dijo de su propia película: “de Poder Que Mata me atrajo el hecho de contar la historia de los “verdaderos” Sr y Sra Smith (en tanto, héroes de la vida real).
También dijo que filmó la historia de un matrimonio, no una lección de política.
Estas declaraciones de Liman me demostraron dos cosas: Que el concepto norteamericano del héroe no cambió con los años y que el director no entendió su propio film. No le hagamos caso entonces a lo que dijo porque éste, con sus bemoles, es un buen thriller político.

La historia, efectivamente, se centra en el matrimonio Wilson. Joe (Sean Penn) y Valerie (Naomi Watts) han trabajado para el gobierno de los Estados Unidos. El es ex diplomático en el Oriente Medio y ella actual agente de la CIA.
Estamos en el año 2002, momento de la historia en el que George W. Bush estaba decidido a entablar una guerra con quién sea con tal de recuperar el rédito político perdido a partir del horror del 11 de Septiembre.
Sucede que para que la invasión a Irak tuviera fundamentos sólidos, hacía falta (también) la opinión a favor de ambos integrantes de la pareja. De ella porque tenía una gran cantidad de contactos en la zona del conflicto y de él porque conocía algunos vericuetos diplomáticos a partir de su presencia en esos países. No solamente esto no ocurrió; sino que además Joe publica un artículo en el New York Times que contradijo la decisión tomada por Bush, alegando que no hay pruebas de armas de destrucción masiva. Joe está movilizado por el hecho de que se le está mintiendo a la opinión pública con un cuento de la peor calaña.
En respuesta a este artículo, un integrante de la casa blanca revela la identidad de Valerie a los medios pro republicanos que acusan recibo iniciando una batalla mediática de desprestigio.
En este sentido, la película es una buena muestra de thriller político. El ritmo que se imprime entre ficción y documental es innegable. La única razón por la que este film no está en el lugar que se merece es porque Doug Liman no termina de comprometerse con lo que decidió contar y por momentos desvía la atención de la coyuntura a lo que ésta circunstancia provoca en el seno de una pareja sólida. Ahí es cuando el guión se vuelve un melodrama innecesario.
Da la sensación de que se quiere ser políticamente incorrecto a través del conflicto entre Joe y Valerie, en lugar de lo que la historia requiere.
Del mismo modo ocurre con las imágenes de noticieros; discursos de Bush y otros sujetos. Se decidió que el “archivo” complemente lo que no se animan a decir los guionistas. Es raro, teniendo en cuenta que lo que se toma como base del guión son los dos libros que publicaron Joe Wilson (La Política de la Verdad) y Valerie Plame (Juego Limpio) a partir de sus experiencias. De hecho, nadie en la película actúa el papel de Bush o de Dick Cheney, pero sí hay actores que “hacen de” los que fueron condenados por la justicia o por la propia administración.

De todos modos, la película tiene valores propios. Los suficientes como para poner el tema en la mesa del café y debatirla.
La dirección de fotografía es del mismo Doug Liman y es en el rubro en el que el compromiso es total porque logra una coherencia entre el archivo y la ficción. El montaje coopera con la propuesta de tensión constante y la música de John Powell tiene momentos que incluso superan su trabajo en Bolt (2008).
Penn y Watts trabajan de memoria. El resto de elenco está bien, pero creo que hay personajes que merecían más cartel que el que hay.  
Siempre estuve seguro de que la guerra de Irak era una gran mentira. Ahora que se dio lo de la muerte de Bin Laden, parece que esta película llega un poco tarde lo cual no quita que sea uno de los filmes serios sobre esta temática (por no decir el primero). No es poco en estos tiempos y menos viniendo del país que inició todo este embrollo.  

La fabulosa película Mentiras que Matan (Wag The Dog de Barry Levinson, 1997) dejó establecida para siempre la certeza de lo que los medios y el poder político pueden fabricar para la opinión pública. Poder Que Mata no aprehendió del todo este concepto, pero no deja de ser un buen thriller político. ¡Ah…¿Ya dije eso? Okey. Lo sostengo.

PODER QUE MATA
Fair Game (USA, 2010)

Dirección: Doug Liman

Guión: Jez y John-Henry Butterworth (basados en los libros “The Politics of Truth" de Joe Wilson y “Fair Game” de Valerie Plame”

Montaje: Christopher Tellefsen

Fotografía: Doug Liman

Música: John Powell

Reparto: Sean Penn, Naomi Watts, Sonya Davisson, Vanesa Chong, Anand Tiwari y elenco

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