sábado, 14 de mayo de 2011

VIENEN POR EL ORO, VIENEN POR TODO


Ya es una realidad de hace tiempo: el documental está ocupando una porción cada vez mas importante en nuestro país; aunque todavía resta mucho camino por andar para poder contar con un circuito mas serio que ponga este tipo de películas a mejor alcance de los espectadores (empezando por la deficiente difusión que tienen)

Valioso documental. Para no qudarse de brazos cruzados
Esta película de Pablo D’alo Abba y Cristián Harbaruk comienza desde el minuto 1 y con la narración de Julieta Díaz a meternos en una parte reciente de nuestra historia que tiene que ver con la lucha que el pueblo de Esquel llevó a cabo para evitar que la minera Meridian Gold se instalara en la zona para explotar el oro a cielo abierto. De ahí lo de Vienen Por el Oro, Vienen por Todo.

Quizás lo más difícil de un documental sea poder establecer una línea. No argumental (esto también tiene su dificultad); sino de pensamiento. Cuando esto se pierde, la fuerza de las imágenes se debilita y cualquier decisión de contenido se diluye. También es verdad que es un gran desafío decidir qué hacer con el material de archivo porque obliga a tener un gran poder de síntesis para no caer en redundancias que terminen aburriendo. En este aspecto, los directores y guionistas supieron aprovechar sus virtudes para realizar un documental muy dinámico que además tiene el agregado de que en sus 83 minutos de duración hay mucho de las dos campanas que no necesariamente significa neutralidad.
Lo bueno de esta película es que uno, sin saber nada de minería, puede sacar conclusiones concretas ya que todo está explicado con manzanas.
Las entrevistas actuales, aportan mucho de sensibilidad ante un tema que por distintos intereses de cada medio (sobre todo gráfico), no nos ha llegado en forma completa.

Argumentalmente podría decirse que casi todo lo que se ve, es el resumen de los hechos que parten desde la decisión política y arbitraria del entonces Gobernador de Chubut José Luis Lizurume (que otrora pagó un costo político lapidario), hasta el resultado de aquel plebiscito que con el 85% de los votos le dijo No, al proyecto minero.    

Pablo D’alo Abba y Cristián Harbaruk tuvieron el acierto de poner testimonios de aquellos que encabezaron la campaña de vecinos auto-convocados: un albañil que por necesidad estaba a favor, un guía de la compañía canadiense, una vecina de clase alta, un joyero que trabaja el oro y también la palabra del ex-gobernador. Pero además la película pone una señal de alerta sobre la existencia de otros 400 proyectos de explotación minera, decorada con algunos inserts animados que explican didácticamente las consecuencias ecológicas de este tipo de empresas y las tremendas ventajas que la ley de minería argentina tiene que, literalmente, termina pagándole a las empresas por llevarse nuestras riquezas.
Tremendo el pasaje que cuenta que hacer un anillo de oro equivale a 18 toneladas de desechos tóxicos.

Una buena dinámica de cámara, acompañada de una música original muy sugestiva y la compaginación, son otras virtudes que tiene Vienen Por El Oro, Vienen Por Todo.

Una obra necesaria y valiosa que abre los ojos y los oídos e invita, de acuerdo al nivel de compromiso que cada uno tenga, a sumarse a la causa para que no tratemos este como un tema menor. O, como mínimo, para que nos preocupemos por el futuro de las próximas generaciones.

VIENEN POR EL ORO, VIENEN POR TODO.
(ARGENTINA, 2011)

Dirección: Pablo D’alo Abba y Cristián Harbaruk

Guión: Pablo D’alo Abba, Cristián Harbaruk y Rocío Azuaya

Montaje: Pablo D’alo Abba y Alejandro Arias

Fotografía: Daniel Ortega

Música: Alejandro Terán, Martín Bosa, Juan Patricio Mendoza y Pablo D’alo Abba.

Animación: Váscolo

Reparto: Documental Narrado por Julieta Díaz

No hay comentarios:

Publicar un comentario